Pequeños Músicos

Porqué deberías apoyar el desarrollo de su talento

¿Tener un solo hijo

¿Cómo asumir tu decisión

La Sociabilización en los niños

¿Cómo ayudar a mi hijo a ser sociable...

El Bullying

¿Qué hacer cuando un hijo es victima.

Postres Fáciles

Torta super fácil de yogurt

Mostrando entradas con la etiqueta investigaciones cientificas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta investigaciones cientificas. Mostrar todas las entradas

2 de noviembre de 2016

Confirmado, mamá se estresa más que papá


"No es que las mamás estén más estresadas por sus hijos, sino que en relación a los papás, experimentan más tensión", dijo la coautora del estudio, Kelly Musick, profesora asociada de análisis de políticas y administración en la Universidad de Cornell, en Ithaca, Nueva York.

La razón más probable es que las mamás pasan más tiempo con sus hijos mientras hacen tareas tediosas como cocinar, limpiar y el cuidado del bebé, mientras que los papás pasan más tiempo de juego y ocio con sus hijos, según los investigadores. Los hallazgos proceden de encuestas de más de 12,000 padres estadounidenses de 2010, 2012 y 2013.

Las mamás también pasan más tiempo con la crianza en solitario, tienen más problemas para dormir y menos tiempo para el ocio, dijeron los investigadores. Todos esos factores están vinculados con unos niveles más bajos de bienestar.

"Las madres están haciendo distintas cosas con sus hijos que los papás, cosas que sabemos que no son tan agradables. Jugar con sus hijos es una experiencia particularmente agradable para los padres. Y los papás pasan más tiempo jugando dentro de la cantidad de tiempo total que pasan con sus hijos", dijo Musick en un comunicado de prensa de la Cornell.

En el estudio, los investigadores observaron los informes de los padres sobre cómo se sentían y qué es lo que hacían durante 3 periodos aleatorios durante el día. Los padres evaluaron hasta qué punto se sentían felices, tristes y cansados, y hasta qué punto era significativa la actividad que estaban haciendo para ellos.

El equipo de investigación comparó luego el modo en que los padres se sentían haciendo actividades con sus hijos con cómo se sentían haciendo el mismo tipo de actividades sin los niños.

Las mamás podrían hacer más tareas de crianza diarias porque la sociedad espera que lo hagan, sugirió Musick.

"Como socióloga, espero que nosotros, como sociedad, podamos deshacernos de las suposiciones y limitaciones que imponemos al rol de la mamá y al del papá. La mamá y el papá están interactuando dentro de un marco social que está fuera de su control en gran medida", dijo.

Aunque las parejas pueden intentar trabajar juntas para cambiar el modo en que hacen la crianza, Musick comentó que esa no es la solución.

"La solución es que pensemos colectivamente lo que esperamos de los papás y lo que esperamos de las mamás", planteó.

El estudio aparece en una edición reciente de la revista American Sociological Review.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor

FUENTE: Cornell University, news release, Oct. 6, 2016

HealthDay
imagen:

supersinglemami.com

14 de enero de 2015

¿Porqué es importante que nuestros hijos duerman la siesta?

Según un artículo publicado en la revista Proceedings of National Academy of Science (PNAS), dormir la siesta es clave para fijar lo que aprenden los bebés.

A esta conclusión han llegado científicos de la Universidad de Sheffield (Reino Unido) y de la Universidad Ruhr de Bochum (Alemania), tras realizar una serie de experimentos en los que 216 bebés de entre seis y 12 meses tuvieron que repetir ciertas acciones con títeres, cuatro horas después de haberlas aprendido por primera vez.

Se constató entonces que aquellos que durmieron durante al menos media hora en ese intervalo obtuvieron mejores resultados que los bebés que no habían dormido y, además, siguieron reteniendo la información 24 horas después, informa AlphaGalileo.

En niños mayores

En el 2013, especialistas del Instituto de Psicología Médica y Neurobiología del Comportamiento de la Universidad de Tübingen, en Alemania, realizaron un experimento con niños de entre ocho y 11 años y con adultos jóvenes que demostró que el sueño es importante para el aprendizaje también a estas edades.

En este caso, el experimento consistió en que los niños y jóvenes primero aprendieran a adivinar una serie predeterminada de acciones, sin ser conscientes de la existencia de la propia serie. Después de una noche de sueño o de un día despiertos, se analizó la memoria de los participantes.

El resultado fue que, tras dormir una noche, ambos grupos de edad podían recordar más cantidad de elementos de una fila de números que aquellos que habían permanecido despiertos. Se demostró asimismo que los niños resultaron ser mucho mejores en esta tarea que los adultos, por lo que los investigadores concluyeron que: "En los niños, se genera mucho más conocimiento eficiente explícito durante el sueño a partir de una tarea implícita aprendida previamente”.

¿Por qué el sueño es tan importante para aprender?
Hay diversas explicaciones sobre la causa de la importancia del sueño para el aprendizaje. Los investigadores de las Universidades Ruhr y Sheffield señalan que dicha importancia se debe a que dormir impide que otros acontecimientos interfieran en la fijación del recuerdo, y que se fortalezca la memoria.  

Desde el punto de vista fisiológico,  cuando el niño duerme es cuando se codifican los recuerdos y se transfieren del hipocampo –parte del cerebro implicada en la memoria inmediata– al neocórtex –área involucrada en la memoria a largo plazo, han declarado a Sinc.

Este proceso fue constatado en 2006 por investigadores del Max Planck Institute for Medical Research, en Heidelberg (Alemania) tras analizar la comunicación entre diversas áreas del cerebro relacionadas con la memoria durante el sueño. El análisis reveló efectivamente que la información que registra el cerebro por primera vez se transfiere desde la región del hipocampo hasta la corteza cerebral mientras dormimos.

Hace un tiempo, la especialista María Victoria Sánchez-Vives, del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS), explicaba, por su parte, la relación existente entre aprendizaje y sueño de la siguiente forma: mientras dormimos, se propagan por el cerebro unas ondas eléctricas lentas que resultan clave para la consolidación de la memoria y para el aprendizaje. Esas oscilaciones suaves son más acusadas durante los primeros años de desarrollo del niño, lo que explicaría la importancia del sueño para el aprendizaje a estas edades.

Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Wisconsin (EEUU), han propuesto para la relación entre sueño y aprendizaje una explicación alternativa : el sueño sería importante para aprender porque debilita las conexiones entre las células cerebrales (o neuronas) para ahorrar energía, evitar el estrés celular, y mantener la capacidad de dichas células para responder a los estímulos de manera selectiva. "El sueño es el precio que el cerebro tiene que pagar por el aprendizaje y la memoria", han señalado estos investigadores.
 
¿Qué pasa con los adultos?
 
En el caso de los adultos, también se ha demostrado que el sueño es importante para aprender. Por ejemplo, un estudio de 2009 llevado a cabo por especialistas de la Universidad de Northwestern (EEUU) constató que durante esta etapa de la vida, el cerebro igualmente emplea el tiempo de descanso para la fijación de recuerdos. Esto es así hasta tal punto, que algunos científicos han llegado a sugerir que los sueños serían en parte una actividad de la memoria. 
 
Fuente:
 

 

5 de noviembre de 2014

Comprobado: Recién nacidos escuchan más a mamá que a papá

Los bebés se exponen más al habla de las mamás durante el primer año de vida, y por eso quizá con frecuencia le prestan más atención a ella, sugiere una investigación reciente.
 
"Los bebés responden a ambos padres en los primeros meses, con una respuesta más grande a mamá", aseguró la coautora del estudio, la Dra. Betty Vohr, profesora de pediatría de la Facultad de Medicina Warren Alpert de la Universidad de Brown en Providence, Rhode Island.

En cuanto a los patrones de escucha de los padres, los papás parecen prestar más atención a los sonidos de sus chicos, y las mamás parecen escuchar más a sus chicas, halló el estudio. 

No está claro el motivo de que ocurra todo esto. Pero Vohr dijo que los hallazgos son importantes porque pueden guiar investigaciones futuras sobre lo que llamó un periodo esencial para que los bebés comiencen a desarrollar el lenguaje. "La exposición temprana al lenguaje es esencial para el desarrollo del lenguaje. Ambos padres, y de hecho todos los adultos, deben ser conscientes de la importancia", planteó.

Vohr dijo que las investigaciones anteriores han sugerido que los niños desarrollan unas mejores habilidades lingüísticas si son expuestos a más habla de los adultos en casa a partir de los dos meses de edad. Pero, añadió, "hay poca información sobre el ambiente lingüístico de los bebés en los primeros días de vida y hasta los 7 meses de edad, y la contribución relativa al lenguaje de la mamá y del papá".

Ahí interviene el nuevo estudio. El estudio incluyó a 33 bebés y a sus padres. Los investigadores equiparon a los bebés con unas chaquetas especiales que grababan audio durante hasta 16 horas de seguido. Grabaron el audio con las chaquetas cuando los bebés eran recién nacidos, más o menos al mes de edad (o un poco después en los bebés prematuros) y una vez más a los 7 meses de edad, según el estudio.

Unos analistas escucharon las grabaciones, prestando atención a los sonidos de los bebés, las palabras usadas por los padres, y la forma en que padres y bebés respondían los unos a los otros. (El estudio técnicamente observó las voces masculinas y femeninas en lugar de las voces específicas de las mamás y los papás, pero "solo analizamos hogares con dos padres y los días en que ambos padres estaban en casa", comentó Vohr). 

Los bebés respondían más al habla de las mujeres adultas al mes y a los 7 meses de edad. ¿Por qué podrían los bebés estar más sintonizados con las madres? "Quizá por el tono de la voz de la mamá, o la proximidad", planteó Vohr, "o los cuidados o muchas características del ambiente". Además, dijo, "las mamás normalmente son las cuidadoras primarias que tienen la interacción más directa con sus bebés".

En cuanto a la interacción de los padres con sus bebés, "los papás respondían a sus bebés alrededor del 27 al 30 por ciento de las veces, y las mamas entre el 88 y el 94 por ciento de las veces", dijo Vohr. ¿Por qué? Los investigadores no saben la respuesta, pero "quizá las mamás estén involucradas de forma más directa en la atención de los bebés con la alimentación y los cambios de pañal, etc.", comentó Vohr.

Eso no significa que los papás estén necesariamente destinados a ocupar un segundo lugar. "Los bebés en general responden más a los adultos que les prestan más atención e interactúan con ellos", dijo Vohr.
Al nacer y al mes, las mamás respondían más a las chicas que a los chicos. También hay evidencias, aunque con menos potencia estadística, de que las mamás también respondían más a las chicas a los 7 meses de edad, y de que los papás respondían más a los chicos al mes y a los 7 meses, según el estudio.

En cuanto al motivo de que las mamás escucharan más a las chicas y los papás a los chicos, el estudio tampoco cuenta con una respuesta en esa área.
Marianella Casasola, profesora asociada de desarrollo humano de la Universidad de Cornell, alabó el estudio, y dijo que es exclusivo y válido. Comentó que el próximo paso es iniciar más investigación para comprender los motivos de la existencia de esas diferencias.

Por ahora, dijo Casasola, "simplemente aprender a hablar con el bebé es fácil de implementar, con unas ramificaciones importantes para el desarrollo del niño". Dijo que los padres "deben soltar los aparatos, hacer contacto visual y hablar con el niño".

 HealthDay

Via Medline

7 de agosto de 2014

La depresión en niños pequeños

La depresión puede presentarse en cualquier edad, incluso en los niños en edad preescolar, informan unos investigadores. Y si se presenta, lo más probable es que el trastorno aparezca recurrentemente durante toda la infancia, Afirma un estudio reciente.

Este estudio descubrió que los niños en edad preescolar que están deprimidos tienen dos veces y media más probabilidades de presentar los síntomas en la escuela primaria y secundaria, afirmó un equipo de investigación de la Universidad de Washington, en St. Louis.

Sin embargo, detectar la depresión de los niños de forma temprana podría hacer que el tratamiento fuera más efectivo, añadieron.
"Se trata de las mismas malas noticias sobre la depresión; es un trastorno crónico y recurrente", afirmó en un comunicado de prensa de la universidad la Dra. Joan Luby, psiquiatra infantil que dirige el Programa de Desarrollo Emocional Temprano de la universidad. 

"Pero la buena noticia es que si detectamos la depresión pronto, quizá tenemos una oportunidad de tratarla de forma más efectiva", dijo Luby. Eso podría "cambiar potencialmente la trayectoria de la enfermedad, de tal modo que sea menos probable que sea crónica y recurrente", añadió.

El estudio, publicado recientemente en la revista American Journal of Psychiatry, contó con 246 niños en edad preescolar, de 3 a 5 años de edad. El equipo de Luby evaluó si los niños tenían depresión y otras afecciones psiquiátricas a lo largo del tiempo. 

Los niños y sus cuidadores participaron en seis evaluaciones anuales y en cuatro evaluaciones semestrales. Específicamente, se preguntó a los cuidadores sobre la tristeza, la irritabilidad, el sentimiento de culpa, el sueño y el apetito de los niños, además de si disfrutaban poco de las actividades o del tiempo de juego.

Los investigadores también evaluaron las interacciones entre los cuidadores y sus hijos a través de un espejo polarizado. Esto se hizo para determinar si parte de la razón por la que los niños tenían síntomas continuos de depresión era porque no recibían el apoyo de sus padres.

Cuando empezó el estudio, se diagnosticó depresión a 74 de los niños. Seis años después, 79 de los niños cumplían los criterios de depresión clínica, incluyendo aproximadamente la mitad de los 74 niños a los que se había diagnosticado depresión cuando empezó el estudio. 

Por otra parte, solo el 24 por ciento de los 172 niños que no estaban deprimidos como preescolares sufrieron una depresión más adelante.
Entre los niños en riesgo alto de depresión estaban los pequeños en edad preescolar cuyas madres habían sufrido una depresión, reveló el estudio.
El hecho de que se diagnosticara un trastorno de conducta en la edad preescolar también aumentó el riesgo de un niño de tener depresión más tarde en la escuela primaria o intermedia. Pero este riesgo se redujo si los niños contaban con mucho apoyo por parte de sus madres, indicaron los investigadores.

En general, el riesgo más alto de tener depresión más adelante fue el de los niños a los que se había diagnosticado la afección en la edad preescolar, informó el grupo de Luby.

"La depresión en la edad preescolar sirvió para predecir la depresión en edad escolar por encima de cualquier otro de los factores de riesgo bien establecidos", dijo Luby. "Esos niños parecen estar en una trayectoria de la depresión que es independiente de otras variables psicosociales".

A los niños en edad preescolar de hasta 3 años de edad se les debería evaluar la depresión, creen los investigadores. Sin embargo, implementar dichas evaluaciones de depresión es más fácil de decir que de hacer, porque no hay tratamientos efectivos para los niños pequeños, indicaron.

"La razón por la que todavía no se ha vuelto una gran llamada a la acción es porque aún no tenemos ningún tratamiento probado y efectivo para los niños en edad preescolar", explicó Luby. "Los pediatras normalmente no quieren evaluar una afección si no pueden referir a los pacientes a alguien que pueda ayudar".

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

Via
MedlinePlus

21 de abril de 2014

El peligro de la obesidad en los hijos únicos

Si tienes un hijo único es muy importante que vigiles mejor que nunca su alimentación, debido a que recientes estudios afirman que la estructura familiar puede influenciar en la obesidad infantil, por ejemplo, el Center for Disease Control and Prevention, en Estados Unidos reveló que los niños de familias de madres solteras, así como los hijos únicos, tienen un riesgo mayor de presentar obesidad  recién a partir de los 7 años, que los niños que viven con dos padres, hermanos u otros integrantes.


Por otro lado, la investigación Nutricion and Diabetes realizado por la Universidad de Gothenburg, Suecia, demuestra que el sólo hecho de ser hijo único aumenta en 50% el riesgo de ser obeso.

¿Cuáles son los factores de riesgo principalmente para los hijos únicos?

1. Consentirlo demasiado.

Los hijos únicos se convierten desde su nacimiento, en el centro de la atención y  cuidados, pero el "amor desmedido" puede dañar su salud. 
Si tienes un hijo único, debes poner atención a cuantos dulces, comida chatarra, o postres recibe, pero no sólo de ti sino del resto de los integrantes de la familia como sus abuelos y tíos.

2. Hábitos alimenticios. 

La alimentación de un niño es fundamental para el resto de su vida, de ella pueden depender futuros padecimientos. Aunque lo ames demasiado, no debes permitir que intercambie alimentos sanos por golosinas, tampoco que se salte comidas por preferir jugar. Debes aprender a ponerle límites.


3. Falta de actividad física. 

Según el estudio de la Universidad de Gothenburg, los niños en general y sobre todo los hijos únicos pasan menor tiempo haciendo actividades al aire libre como andar en bicicleta o practicar algún deporte. En cambio, les gustan los videojuegos o mirar televisión durante muchas horas pues jugar solos, les aburre.

4. Depresión y ansiedad. 

Aquellos hijos únicos que pasan muchas horas del día en compañía de adultos, pueden presentar signos de depresión pues no comparten su mundo simbólico con personas de su edad y absorben fácilmente las tensiones del mundo adulto. Esto puede llevarlos a consumir alimentos por ansiedad y afectar su metabolismo.
 

* México es el segundo país en el continente con más niños con sobrepeso; uno de cada tres niños de entre 5 y 17 años tiene problemas de obesidad.

Mi consejo es que si eres padre o madre de un hijo único, vigiles sus rutinas de ejercicio y sociabilización, el juego y por supuesto una alimentación sana y adecuada, pues esto sería crucial en esta etapa en la que están creciendo.



16 de abril de 2014

Una razón más del porqué lloran los bebés



Los bebés lloran también por instinto, como una forma de supervivencia. Por el beneficio de retrasar el nacimiento de un hermano, según los científicos.

Una de las principales quejas de los padres es el llanto de los bebés en las noches, algo que aumenta en el segundo semestre de vida.
Los niños lloran para ser amamantados, pero no lo hacen solo porque tengan hambre o les duela algo.

Según explica el profesor David Haig, Biólogo evolucionista de la Universidad de Harvard, los niños están programados para llorar de noche.

"Se despiertan por la noche para succionar debido a los beneficios nutricionales de la leche, pero también por los beneficios anticonceptivos de retrasar el nacimiento de un hermano. Creo que el efecto de la vigilia es principalmente retrasar el regreso de la madre a la fertilidad".
Para Haig, tomar pecho en la mitad de la noche "es una adaptación de los niños para extender la amenorrea de la madre, y así retrasar el nacimiento del próximo hijo". Haig acaba de publicar un largo análisis al respecto en Evolution, Medicine and Public Health, donde explica, además, que los niños alimentados con suplementos se despiertan menos en las noches que los que son amamantados.
"La conducta de los niños busca suprimir la función ovárica en las madres, porque los niños se benefician del retraso del próximo nacimiento. La fatiga materna puede ser vista como una parte integral de la estrategia de un bebé para extender el intervalo de nacimientos", se lee en el estudio.
Según su investigación, mientras menos tiempo transcurre entre el nacimiento de un hijo y otro, aumentan las probabilidades de mortalidad infantil -especialmente en lugares con menos recursos-, por lo que el comportamiento de los niños ayudaría a su supervivencia. 
Desde los siete meses los niños pueden tener llantos falsos, con el único objetivo de obtener atención de su mamá. Según un estudio presentado este año por psicólogos de la Universidad del Sagrado Corazón de Tokio, este llanto no es negativo, ya que permite aumentar la relación entre padres e hijos.
Via:

28 de enero de 2014

¿Qué es la amnesia infantil?


¿Qué es y cuando empieza la amnesia infantil?


Científicos de EE-UU han conseguido la primera demostración empírica de la aparición de la “amnesia infantil”, que es el proceso por el cual el ser humano borra los recuerdos de su más tierna infancia: de eventos acaecidos antes de cumplir los tres años. Este fenómeno de “olvido” se produce a partir de los siete años.


Los bebés utilizan sus recuerdos para aprender nueva información, pocos adultos pueden recordar eventos de su vida que ocurrieran antes de la edad de tres años. 

Psicólogos de la Universidad de Emory (Atlanta, EE.UU.) han documentado ahora que los siete años es cuando estos primeros recuerdos tienden a desvanecerse en el olvido, un fenómeno conocido como "amnesia infantil". 

La investigación incluyó entrevistas a niños acerca de acontecimientos pasados ​​de su vida, a partir de los tres años. A diferentes subgrupos de estos niños se les consultó posteriormente si recordaban estos eventos a las edades de cinco, seis, siete, ocho y nueve años. 

"Nuestro estudio es la primera demostración empírica de la aparición de la amnesia infantil", afirma la psicóloga de Emory Patricia Bauer, que dirigió el estudio, en la información de la universidad. "De hecho, grabamos la memoria de los niños, y luego los seguimos hacia el futuro, para hacer un seguimiento sobre cuándo se olvidaron de esos recuerdos." 

Estudiar la memoria autobiográfica 

El Laboratorio Bauer de Desarrollo de la Memoria se centra en cómo la memoria autobiográfica, o episódica, cambia a través de la infancia y la edad adulta temprana. 

Los científicos saben desde hace mucho tiempo, basándose en entrevistas con adultos, que los primeros recuerdos de la mayoría de la gente sólo se remontan a alrededor de los 3 años de edad. 

Sigmund Freud acuñó el término "amnesia infantil" para describir esta pérdida de la memoria de los años infantiles. Utilizando su teoría psicoanalítica, Freud hizo la polémica propuesta de que la gente estaba reprimiendo sus memorias más tempranas debido a su naturaleza sexual inapropiada. 

En los últimos años, sin embargo, hay cada vez más pruebas de que, mientras que los bebés utilizan la memoria para aprender la lengua y dar sentido al mundo que les rodea, no tienen todavía la sofisticada arquitectura neuronal necesaria para formar y retener formas más complejas de memoria. 

En lugar de basarse en entrevistas con adultos, como habían hecho los estudios anteriores sobre amnesia infantil, los investigadores de Emory querían documentar la formación de la memoria autobiográfica temprana, así como la edad a la que se olvidan estos recuerdos. 

Características del estudio 

El experimento se inició grabando a 83 niños a la edad de tres años, mientras sus madres o padres les preguntaban acerca de seis acontecimientos que los niños habían experimentado en los últimos meses, como un viaje al zoológico o una fiesta de cumpleaños. "Les pedimos a los padres hablar como lo harían normalmente con sus hijos", explica Bauer. 

Ella da un ejemplo hipotético: "La madre preguntaría: "¿Recuerdas cuando fuimos al restaurante para tu fiesta de cumpleaños ? Podría añadir: "Tomaste pizza, ¿verdad?" 

El niño puede comenzar a relatar los detalles de la experiencia en el restaurante o desviar la conversación diciendo algo como, "¡Zoo!" Algunas madres pueden seguir preguntando acerca de la pizza, mientras que otra madre podría decir: "Bueno, fuimos al zoológico, también. Háblame de eso." 

Los padres que se dejaban guiar por el niño en estas conversaciones tendían a suscitar recuerdos más ricos de sus hijos de tres años, apunta Bauer. "Este enfoque también está relacionado con los niños que tienen una mejor memoria del evento a una edad más tardía." 

Después de grabar estos recuerdos básicos, los investigadores hicieron un seguimiento a los niños años después, pidiéndoles que recordaran los acontecimientos que habían relatado a los tres años. Los niños fueron divididos en cinco grupos diferentes , y cada grupo de niños regresó sólo una vez para participar en el experimento, entre las edades de cinco a nueve. 

Resultados 

Mientras que los niños entre las edades de cinco y siete podían recordar entre el 63 y el 72 por ciento de los eventos, los niños que tenían entre ocho y nueve años recordaban sólo alrededor del 35 por ciento. 

"Un hallazgo sorprendente fue que, a pesar de que los de cinco y seis años recordaban un mayor porcentaje de acontecimientos, sus narraciones de estos eventos eran menos completas", destaca Bauer, mientras que "los niños mayores recordaban menos eventos, pero los que recordaban tenía más detalles." 

Algunas de las razones para esta diferencia pueden ser que los recuerdos que se mantienen durante más tiempo pueden tener detalles más ricos asociados con ellos y su cada vez mayor conocimiento del idiomas permite al niño mayor elaborar mejor la memoria, consolidándola aún más en su mente", señala la investigadora. 

Los niños pequeños tienden a olvidar los acontecimientos con mayor rapidez que los adultos porque carecen de los potentes procesos neuronales necesarios para reunir todas las piezas de información que incluye una memoria autobiográfica compleja", explica. 

"Uno tiene que aprender a usar un calendario y comprender los días de la semana y las estaciones del año. Debe saber codificar la información sobre la ubicación física del evento. Y necesita el desarrollo de un sentido del yo, la comprensión de que su perspectiva es diferente de la de otra persona." 

Un colador 

Ella usa una analogía con drenar la pasta en un colador para explicar la diferencia entre los recuerdos de la primera infancia y los de la edad adulta. " Los recuerdos son como orzo; , explica, refiriéndose al tipo de pasta que tiene forma de arroz. 

"Son pequeños trozos y piezas de codificación neural." Los cerebros de los niños pequeños son como coladores con agujeros grandes que tratan de retener estos pequeños pedazos de memoria. "Aunque el agua se filtra por ellos, también lo hacen muchos de los granos de orzo. Los adultos, en cambio, utilizan una fina red en lugar de un colador." 

Ahora que Bauer ha documentado la aparición de la amnesia infantil, espera afinar la edad en que las personas adquieren un sistema de memoria adulto, que ella cree que está entre los nueve años y los años de la universidad. "Nos gustaría saber más acerca de cuándo cambiamos nuestros coladores por una red. El periodo entre los 9 y los 18 años es en gran medida una tierra de nadie de nuestro conocimiento sobre cómo se forma la memoria."


Via
tendencias21

17 de enero de 2014

¿Un resfriado común en los niños puede volverse peligroso?

Los padres debemos estar alertas y observar  los resfriados comunes de nuestros hijos. Un nuevo estudio aclara que si podrian provocar infecciones graves.

Los resfriados frecuentes forman parte normal de las vidas de los niños pequeños, pero a veces una nariz obstruida se convierte en una infección pulmonar más grave. Recientemente, un nuevo estudio clarifica algunos de los factores que pueden poner a ciertos niños en un mayor riesgo. 

El estudio, que aparece en la edición en línea del 13 de enero de la revista Pediatrics, se enfocó en los bebés y los niños en edad preescolar infectados con rinovirus, un gran grupo de virus que provocan muchos casos de resfriado común. 

Tradicionalmente, se creía que los rinovirus solo provocaban síntomas de resfriado. Pero investigaciones recientes han sugerido que los virus podrían en ocasiones provocar infecciones pulmonares más graves, como la neumonía y la bronquitis, en ciertos niños.

En el nuevo estudio, los Investigadores brasileños observaron los resultados de las pruebas de 434 bebés y niños en edad preescolar que fueron llevados al médico por síntomas respiratorios.
Un número pequeño de los niños (31) estaban infectados solo con un rinovirus, pero presentaban síntomas de "moderados" a "graves", como respiración sibilante, dificultades para respirar y tos severa.

Pero casi la mitad de todos esos bebés y niños también tenían factores de riesgo subyacentes para infecciones respiratorias más graves, que incluían el nacimiento prematuro, las enfermedades cardíacas y el asma.

Se sabe que dichas afecciones hacen que los niños pequeños sean más vulnerables a las infecciones pulmonares, según el Dr. David Nichols, director de pulmonología pediátrica de National Jewish Health, en Denver.
De forma que los nuevos hallazgos subrayan la importancia de intentar proteger a esos niños de los virus del resfriado, apuntó Nichols, quien no participó en el estudio.

"Los padres de esos niños usualmente son cuidadosos", anotó, pero otras personas con las que tienen contacto regular quizá no se den cuenta de que deben mantenerse alejados cuando tienen síntomas leves de resfriado.

Jonny Yokosawa, investigador principal del estudio, se mostró de acuerdo. Mantener a los bebés y a los niños pequeños vulnerables lejos de otros niños con resfriados es importante, según Yokosawa, quien trabaja en la Universidad Federal de Uberlandia, en Brasil.
También señaló que los centros médicos deben ser particularmente rigurosos al proteger a esos niños vulnerables de los rinovirus.

Los hallazgos se basan en los expedientes de 434 bebés y niños de hasta 5 años de edad que presentaron una variedad de síntomas, desde congestión nasal o una tos severa hasta respiración sibilante. Sus padres los llevaron a unas clínicas donde los médicos tomaron muestras nasales y les hicieron pruebas de virus.

En general, el 42 por ciento de los niños estaban infectados con un rinovirus, con frecuencia junto con otros virus. La "infección concurrente" más común fue con el virus sincitial respiratorio (VSR).
El VSR provoca resfriados, pero también puede desencadenar una inflamación en las vías respiratorias pequeñas de los pulmones (una afección conocida como bronquiolitis) o llevar a una neumonía. El VSR es la causa más común de neumonía y bronquiolitis en los bebés, según los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de EE. UU.
Y en este estudio, el VSR fue la causa principal de esas infecciones más graves. Alrededor del 60 por ciento de los niños que portaban el VSR (ya fuera solo o junto con algún rinovirus) tenían unos síntomas más graves.

Según Nichols, la buena noticia para los padres es que para la mayoría de los niños, lo más probable es que una infección con un rinovirus solo provoque unos síntomas leves. Por otro lado, el VSR "sigue siendo una causa común de enfermedad respiratoria moderada o grave en los niños pequeños", advirtió.

Según los CDC, casi todos los niños contraen una infección con VSR para su segundo cumpleaños. Entre el 25 y el 40 por ciento de los niños contraen bronquiolitis o neumonía la primera vez que se ven expuestos al virus.

La mayoría de los niños se recuperan de una infección con el VSR en una semana o dos, apuntan los CDC, pero un pequeño porcentaje de los niños que presentan síntomas más graves deben ser hospitalizados.

foto: bebefeliz

15 de noviembre de 2013

Los beneficios de que tu hijo toque un instrumento musical

Si a tu pequeñín al igual que a mi hijo le gusta tocar un instrumento musical, enhorabuena!!. Debes fomentar esas habilidades, pues tocar un instrumento musical puede provocar cambios fundamentales en el cerebro de una persona muy joven, conformando tanto su funcionamiento como su estructura física, han asegurado recientemente unos investigadores.
Tres estudios presentados esta semana en la reunión anual de la Sociedad de Neurociencia (Society for Neuroscience), en San Diego, sugirieron que el entrenamiento musical puede lograr lo siguiente:
  • Mejorar la capacidad de una persona de procesar información de varios sentidos a la vez con efectividad.
  • Afectar la forma en que el cerebro de una persona joven se desarrolla, si comienzan a tocar música antes de los 7 años de edad.
  • Fomentar la conectividad entre las partes del cerebro asociadas con la creatividad y la improvisación.
Todos estos hallazgos podrían en última instancia conducir a unas mejores terapias para las personas con lesiones cerebrales o discapacidades del aprendizaje, aseguró en una conferencia de prensa el lunes por la tarde el Dr. Gottfried Schlaug, director del Laboratorio de Música y Neuroimágenes de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.
"La música podría proveer un acceso alternativo a un sistema dañado o disfuncional en el cerebro", planteó Schlaug, profesor asociado de neurología de la Harvard. "La música tiene la capacidad exclusiva de pasar por canales alternativos y conectar distintas secciones del cerebro".
El primer estudio, llevado a cabo por investigadores canadienses, pidió a músicos entrenados y a personas que no eran músicos que respondieran a sensaciones de oído y tacto al mismo tiempo.
Se administraron dos sonidos al mismo tiempo que la persona recibía una sensación de tacto, que buscaba crear la ilusión perceptual de que la persona en realidad había recibido dos sensaciones de tacto.
Dado que los músicos tienen que trabajar con su instrumento, leer la partitura y escuchar los tonos que producen al mismo tiempo, los investigadores predijeron que serían más capaces de distinguir el sonido del tacto.
Es predicción resultó correcta. Las personas que no eran músicas se creyeron la ilusión, pero los músicos no, apuntó durante la conferencia de prensa la investigadora, Julie Roy, de la Universidad de Montreal.
"Los músicos pudieron ignorar los estímulos auditivos y solo reportar lo que sentían", comentó Roy, y añadió que se trata de una evidencia sólida de una mejor capacidad de procesar información de más de un sentido a la vez.
El segundo estudio conllevó escáneres cerebrales de 48 adultos chinos de 19 a 21 años de edad que contaban con al menos un año de entrenamiento musical en la niñez.
Los investigadores hallaron que las regiones cerebrales relacionadas con el oído y la autoconsciencia parecían ser más grandes en las personas que comenzaron a tomar lecciones de música antes de los 7 años de edad. Específicamente, esas áreas tendían a tener una corteza, la capa externa del cerebro, más gruesa.
Esos hallazgos parecen indicar que el entrenamiento musical puede tener un inmenso impacto sobre el cerebro en desarrollo, dado que la maduración cerebral tiende a alcanzar su punto máximo más o menos a los 7 años de edad, apuntó el investigador líder, Yunxin Wang, del Laboratorio Estatal Key de Neurociencia Cognitiva y Aprendizaje de la Universidad Normal de Pekín.
El tercer estudio halló que los circuitos cerebrales pueden ser reformados por el entrenamiento musical.
Unos investigadores suecos realizaron IRM de 39 pianistas a quienes se pidió que tocaran las teclas de un teclado especial de 12 teclas mientras se realizaban los escáneres.
Los pianistas más experimentados en la improvisación del jazz mostraron una mayor conectividad entre tres regiones importantes del lóbulo frontal del cerebro mientras improvisaban música, apuntó la autora líder, Ana Pinho, del Instituto Karolinska, en Estocolmo.
Al mismo tiempo, mostraron menos actividad en regiones cerebrales asociadas con las funciones ejecutivas, como la planificación y la organización, lo que podría significar que los improvisadores entrenados pueden generar música con poca atención o pensamiento consciente, apuntó Pinho.
Debido a que estos estudios se presentaron en una reunión médica, los datos y conclusiones deben ser considerados como preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
Los nuevos hallazgos parecen indicar que el entrenamiento con un instrumento musical puede afectar al cerebro de formas profundas, que podrían resultar útiles tanto en la educación como en la terapia, comentó Schlaug, de la Harvard.
"Escuchar y producir música no solo es una experiencia auditiva, sino que se trata de una experiencia multisensorial y motora", señaló. "Tocar música durante mucho tiempo puede cambiar la función y la estructura del cerebro".


HealthDay

Via 

25 de octubre de 2013

¿Será mi bebé bueno en Matemática?

Si un bebé de seis meses puede distinguir entre un conjunto de 10 puntos y otro de 20 puntos, será bueno en matemáticas en prescolar. Esta es la principal conclusión de un interesante estudio realizado en el Institute for Brain Sciences de la Universidad de Duke (EEUU).

En otras palabras, si los bebés tienen la capacidad de diferenciar entre grupos de elementos grandes y grupos pequeños antes de aprender a contar, serán más propensos a desempeñarse bien en matemáticas en el futuro. La razón es que los niños aprovechan su capacidad numérica innata para, posteriormente, aprender los sistemas matemáticos simbólicos que se enseñan en la escuela.

Es decir, que "cuando los niños están adquiriendo un sistema simbólico de representación de números en el colegio, le sacan partido a su sentido numérico primitivo", explica Elizabeth Brannon, profesora de psicología y de neurociencia, y directora del estudio en DukeToday. Ese sentido primitivo sería, por lo tanto, “el bloque de construcción conceptual sobre el que se construye la capacidad matemática."

Primera fase: niños de seis meses

Según Brannon, todos los bebés vienen al mundo con un conocimiento matemático rudimentario que les permite, por ejemplo, al mirar dos conjuntos de objetos, identificar cuál de ellos es numéricamente mayor sin tener que contar ni usar números. Por ejemplo, pueden saber instintivamente que un grupo de 15 fresas es mayor que otro de seis con sólo echar un vistazo.

Para probar la relación entre ese sentido numérico primitivo y las habilidades matemáticas posteriores, Brannon y su colaborador Ariel Starr analizaron a 48 niños de seis meses de edad. En primer lugar, estudiaron la capacidad de éstos para reconocer cambios numéricos básicos.

Lo hicieron sacando partido al interés natural de los bebés por las cosas que cambian. Ese interés se expresa en la mirada. De hecho, a menudo, los científicos aprovechan la mirada de los bebés para conocer sus procesos psicológicos, pues éstas reflejan lo que les llama la atención, y en qué medida. Con este sistema se ha podido demostrar, por ejemplo, que con sólo cinco meses los niños distinguen entre sólidos y líquidos.

El experimento se hizo de la siguiente forma: los científicos colocaron a los niños frente a dos pantallas. Una de ellas mostró continuamente un conjunto con el mismo número de puntos (por ejemplo, ocho); mientras que la otra mostró cambios numéricos, con conjuntos que aumentaban o decrecían en el número de puntos. Por otro lado, los puntos de ambas pantallas cambiaron con frecuencia de tamaño y posición.

Lo que sucedió fue que los bebés más capaces de diferenciar entre dos valores numéricos miraron durante más tiempo a la pantalla numéricamente cambiante que a la otra.

Segunda fase: tres años más tarde

Los científicos volvieron a reunir a los niños cuando éstos tenían tres años y medio, y los sometieron a varias pruebas. En primer lugar, participaron en un juego de comparación numérica no simbólica. Se les presentaron dos grupos diferentes y se les pidió que eligieran cual de ellos tenían más puntos sin contarlos.

Además, los niños realizaron un test matemático estandarizado para alumnos de prescolar y, por último, fueron sometidos a una tarea verbal simple que consistía en identificar el número mayor (en palabra) que cada niño podía comprender.

Los resultados de estas pruebas demostraron que “aquellos niños que mostraron una mayor preferencia hacia la pantalla numéricamente cambiante a los seis meses, tenían un sentido numérico primitivo mejor tres años más tarde, en comparación con los niños con menor preferencia hacia dicha pantalla”, explica Starr. “Asimismo, los niños con puntuaciones más altas en la infancia rindieron mejor en los tests de matemáticas estandarizados”.

Implicaciones

Estos hallazgos respaldan la hipótesis de que un sentido matemático elemental innato es la base para la comprensión de las matemáticas a un nivel superior. Según Brannon, sugieren además que existe una conexión real entre la matemática simbólica y las habilidades cuantitativas presentes en la primera infancia, antes de que la educación conforme nuestras habilidades matemáticas.

“Nuestro estudio demuestra que el sentido numérico de los bebés es un predictor de la matemática simbólica, y que cuando los niños aprenden el significado de las palabras numéricas y de los símbolos, asocian estos significados con las representaciones numéricas preverbales que ya tenían”, concluye.

Fuente:

19 de abril de 2013

La base científica de porqué el bebé se calma al tomarlo en brazos

El mejor lugar para un bebé que está llorando sin duda son los brazos de su madre, sugieren unos investigadores.

Cuando las madres cogen a los bebés inquietos en sus brazos, ellos experimentan una reacción calmante automática, aseguraron.

Este efecto evolucionario, visto tanto en los ratones como en las personas, refleja un conjunto coordinado de regulaciones centrales, motoras y cardiacas, según el estudio, que aparece en la edición del 18 de abril de la revista Current Biology.

También podría ayudar a explicar porqué los bebés que están calmados comienzan a llorar inmediatamente dejan de tenerlos en brazos. Este conocimiento podría ayudar a aliviar la frustración de los padres, y a prevenir el abuso infantil, aseguraron los investigadores.

"Desde los humanos hasta los ratones, los bebés mamíferos se calman y relajan cuando sus madres los cargan", aseguró en un comunicado de prensa de la revista Kumi Kuroda, del Instituto de Ciencias Cerebrales RIKEN en Saitama, Japón. "Esta respuesta infantil reduce el esfuerzo que la madre siente al llevar al bebé en brazos, y es beneficiosa tanto para la madre como para el bebé".

Cuando los bebés están en brazos de sus madres, tienen más probabilidades de sobrevivir, señalaron los investigadores. Mientras tanto, las madres prefieren mantener a sus bebés calmados y relajados. Es una situación beneficiosa para ambos, enfatizaron los investigadores.

Kuroda notó la misma respuesta calmante en los ratones de su laboratorio. "Cuando agarraba a las crías por la piel de la espalda, suave y rápidamente como hacían sus madres, inmediatamente dejaban de moverse y se hacían compactas. Parecían estar relajadas, pero no totalmente flácidas, y mantenían las extremidades flexionadas", comentó. "Esta respuesta calmante en los ratones parecía similar a la calma que experimentan los bebés humanos cuando sus madres los cogen".

Al estudiar la respuesta de los bebés humanos cuando sus madres los cargan, los investigadores hallaron que sus frecuencias cardiacas se hacían más lentas de inmediato cuando sus madres los cogían en brazos. También dejaban de moverse. Usando unos minúsculos electrodos cardiacos, se halló la misma respuesta en los ratones. También se detuvieron los llantos ultrasónicos de las crías de ratón.

Los autores del estudio dijeron que ciertas áreas del cerebro y del sistema nervioso son esenciales para coordinar esta respuesta al ser cogido en brazos.

Los hallazgos son muy relevantes para la crianza, y podrían desempeñar un rol en el desarrollo de estrategias para prevenir el abuso infantil, plantearon los investigadores. Comprender el llanto desde la perspectiva del bebé podría aliviar la frustración, dijeron. Cuando los padres se sienten menos frustrados, es menos probable que haya abuso infantil.

"Una comprensión científica de esta respuesta infantil evitará que los padres malinterpreten el reinicio del llanto como la intención del bebé por controlar a los padres, como sugieren algunas teorías de la crianza, como el tipo de estrategia de dejar que el bebé deje de llorar solo", apuntó Kuroda. "En lugar de eso, se debe interpretar este fenómeno como una consecuencia natural de los sistemas sensoriomotores del bebé".



HealthDay
Via
MedlinePlus

5 de abril de 2013

¿Cuál es el mejor tratamiento para niños preescolares con TDAH?

Los padres de preescolares en riesgo de desarrollar el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) deberían probar primero con el entrenamiento conductual antes de acceder a que se medique a sus hijos.

Un equipo halló que los fármacos mejoraban las conductas de los niños pequeños, pero que les elevaban las posibilidades de padecer trastornos del ánimo y el crecimiento. En cambio, el entrenamiento de los padres para comprender las necesidades de sus hijos logró lo mismo sin efectos secundarios.

"El entrenamiento también ayuda a los padres a sentirse más confiados", dijo la doctora Alison Charach, autora principal del estudio del Hospital para Niños Enfermos de Toronto.

A los niños con TDAH les cuesta prestar atención, son olvidadizos y se distraen fácilmente hasta el punto de tener problemas en la escuela, el hogar y con sus amigos.

Un análisis reciente que realizó el diario The New York Times de las cifras de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por su sigla en inglés) mostró que al 11 por ciento de los escolares estadounidenses se les diagnosticó el TDAH.

Aunque es difícil diagnosticarlo en los menores de 6 años, Charach consideró importante empezar a orientar a los niños con conductas disruptivas, incluido el TDAH.

"Intervenir inmediatamente a esa edad, mejora la perspectiva de los niños en la niñez y la adolescencia", dijo la especialista.

Pero, en la revista Pediatrics, el equipo de Charach publica que falta información sobre la efectividad del entrenamiento conductual versus el fármaco más usado, el metilfenidato (Ritalina).

Los autores analizaron 55 estudios publicados entre 1980 y el 2011 sobre distintos tratamientos en preescolares con riesgo de padecer TDAH. Identificaron ocho estudios "buenos" sobre el entrenamiento conductual, que consta de 10-12 sesiones para los padres.

"Lo más importante es ayudarlos a comprender a sus hijos y leer sus necesidades", dijo la autora.

Un solo estudio había evaluado el uso de Ritalina en preescolares y había identificado una mejoría conductual similar, pero con riesgo de efectos adversos, como irritabilidad y retraso del crecimiento.

"Los niños a esa edad son más sensibles a los efectos secundarios de la Ritalina", indicó Charach.

Aunque fue difícil comparar la efectividad del entrenamiento conductual y la Ritalina, el equipo llegó a la conclusión de que existen más pruebas de que el entrenamiento es efectivo en edad preescolar.

Thomas Power, director del Centro para el Manejo del TDAH del Hospital de Niños de Filadelfia, dijo que hay muchos casos en los que las sesiones no dan resultado y hay que optar por los fármacos.

Pero, en general, Power, que no participó del estudio, coincidió con los resultados.

"Con el TDAH y los trastornos asociados en edad preescolar y el jardín de infantes, conviene comenzar con el entrenamiento conductual", indicó.

Charach recordó que estudios previos habían demostrado que los padres deben completar el entrenamiento. "Si asisten sólo a la mitad de las sesiones, no obtienen demasiado beneficio", aclaró.

El doctor William Barbaresi, del Hospital de Niños de Boston, señaló también la dificultad para encontrar sitios donde ofrezcan esas sesiones.

La Asociación Estadounidense de Pediatría recomienda que los médicos evalúen a los niños entre los 4 y 18 años si tienen problemas de rendimiento escolar o trastornos conductuales y aconseja utilizar la terapia conductual en niños de 4 y 5 años, y los medicamentos con aprobación de la FDA a partir de los 6 años.


 
FUENTE: Pediatrics, online 1 de abril del 2013

Reuters Health

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...