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18 de diciembre de 2013

Ni más, ni menos, ¡solo hijos únicos!

La personalidad y comportamiento de tu hijo único no está ligada a su condición. Tu hijo único no tiene porque ser diferente al resto de niños con hermanos, si es que nosotros como padres nos aseguramos de brindarles una educación equilibrada, basada en la disciplina  equilibrada y el amor.

Nadie tendría porque ensalzar en demasía, ni tampoco denigrar o rebajar a los niños que no tienen hermanos, mucho menos compadecerlos porque se piense que son niños que están condenados en el futuro a la soledad.

Pensar así, es pensar que nuestro hijo único no tendrá capacidad para ser un buen amigo e ir creando relaciones interpersonales durante su vida. Lo más probable es que el problema está en nosotros los padres. Busca dentro de ti, dentro de tus propios temores, por ahí puede estar el porqué de ser tan negativos y pesimistas con respecto al futuro de nuestro hijo o hija.

Es verdad que la creencia popular da a pensar que los hijos únicos son más caprichosos y egoístas que el resto, así como que tendrían más dificultad para relacionarse con otros niños, pero esto obedece más a un mito que a la realidad, pues especialistas confirman que no es necesaria la convivencia con hermanos o la rivalidad con estos para que los hijos únicos aprendan a compartir, socializar y resolver los problemas. Si es que tu hijo va al jardín de infancia o al colegio seguro estas de acuerdo conmigo en que ahí aprenden a socializar, a competir y hasta pelear, a veces más de la cuenta.

No ensalzar a los hijos únicos no significa que nos ceguemos a las ventajas que tienen sobre el resto de niños con hermanos, como por ejemplo la capacidad para forjar una autoestima mayor, aprender a manejar mejor los momentos de soledad y fortalecer el carácter.

Esto se debe a que reciben de parte de nosotros los padres atención exclusiva, lo que hace que en el colegio por ejemplo, sean niños con un rendimiento un poco superior al resto. Mi hijo no es la excepción, siempre ha sido el niño más destacado de su clase hasta el día de hoy y no voy a negar que aunque él es un niño brillante por naturaleza, he estado muy pendiente de que sea un niño responsable con sus deberes escolares. 

Pero así como hay ventajas, también existe la parte negativa de ser hijo único, es que existe el riesgo de que los padres volquemos excesivas expectativas en nuestros hijos, llegando a abrumarlos o frustrarlos en ocasiones. Hay que tener cuidado con eso, recordemos que nuestros hijos son niños, no adultos pequeños, no les pidamos más de lo que pueden dar. 

Sin importar la razón por la que tenemos hijos únicos, debemos respetarnos. La maternidad nunca debe ser impuesta, debe surgir del corazón, y si el corazón nos dice que uno es lo que queremos, con uno nos quedaremos.

Solo concentrémonos en que nuestra labor de padres es brindar el cariño y atención que nuestro hijo se merece, sin olvidar que la disciplina en todos los niños es para bien, siempre y cuando se de con amor, con la intención de corregir, nunca con la intención de quitarnos el estrés que llevamos dentro.

Recordemos “ser hijo único no implica ningún problema”, los hijos únicos no son ni mas, ni menos. Ser hijo único es una condición a la que nuestros niños pueden sacar provecho y ser personas felices, con una gran capacidad de dar amor, lo que hará que jamás estén solos, tendrán muchos amigos y algún día formarán su propia familia.

En conclusión, aunque en general se suele pensar que tener más de un hijo ofrece algunas ventajas a lo largo de la vida, ser hijo único no implica ningún problema siempre y cuando los padres no cometamos los típicos errores como un excesivo control, sobreprotegerlos o volquemos todas nuestras expectativas sobre ellos.

Por Mi Hijo Único Blog

15 de noviembre de 2013

Los beneficios de que tu hijo toque un instrumento musical

Si a tu pequeñín al igual que a mi hijo le gusta tocar un instrumento musical, enhorabuena!!. Debes fomentar esas habilidades, pues tocar un instrumento musical puede provocar cambios fundamentales en el cerebro de una persona muy joven, conformando tanto su funcionamiento como su estructura física, han asegurado recientemente unos investigadores.
Tres estudios presentados esta semana en la reunión anual de la Sociedad de Neurociencia (Society for Neuroscience), en San Diego, sugirieron que el entrenamiento musical puede lograr lo siguiente:
  • Mejorar la capacidad de una persona de procesar información de varios sentidos a la vez con efectividad.
  • Afectar la forma en que el cerebro de una persona joven se desarrolla, si comienzan a tocar música antes de los 7 años de edad.
  • Fomentar la conectividad entre las partes del cerebro asociadas con la creatividad y la improvisación.
Todos estos hallazgos podrían en última instancia conducir a unas mejores terapias para las personas con lesiones cerebrales o discapacidades del aprendizaje, aseguró en una conferencia de prensa el lunes por la tarde el Dr. Gottfried Schlaug, director del Laboratorio de Música y Neuroimágenes de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.
"La música podría proveer un acceso alternativo a un sistema dañado o disfuncional en el cerebro", planteó Schlaug, profesor asociado de neurología de la Harvard. "La música tiene la capacidad exclusiva de pasar por canales alternativos y conectar distintas secciones del cerebro".
El primer estudio, llevado a cabo por investigadores canadienses, pidió a músicos entrenados y a personas que no eran músicos que respondieran a sensaciones de oído y tacto al mismo tiempo.
Se administraron dos sonidos al mismo tiempo que la persona recibía una sensación de tacto, que buscaba crear la ilusión perceptual de que la persona en realidad había recibido dos sensaciones de tacto.
Dado que los músicos tienen que trabajar con su instrumento, leer la partitura y escuchar los tonos que producen al mismo tiempo, los investigadores predijeron que serían más capaces de distinguir el sonido del tacto.
Es predicción resultó correcta. Las personas que no eran músicas se creyeron la ilusión, pero los músicos no, apuntó durante la conferencia de prensa la investigadora, Julie Roy, de la Universidad de Montreal.
"Los músicos pudieron ignorar los estímulos auditivos y solo reportar lo que sentían", comentó Roy, y añadió que se trata de una evidencia sólida de una mejor capacidad de procesar información de más de un sentido a la vez.
El segundo estudio conllevó escáneres cerebrales de 48 adultos chinos de 19 a 21 años de edad que contaban con al menos un año de entrenamiento musical en la niñez.
Los investigadores hallaron que las regiones cerebrales relacionadas con el oído y la autoconsciencia parecían ser más grandes en las personas que comenzaron a tomar lecciones de música antes de los 7 años de edad. Específicamente, esas áreas tendían a tener una corteza, la capa externa del cerebro, más gruesa.
Esos hallazgos parecen indicar que el entrenamiento musical puede tener un inmenso impacto sobre el cerebro en desarrollo, dado que la maduración cerebral tiende a alcanzar su punto máximo más o menos a los 7 años de edad, apuntó el investigador líder, Yunxin Wang, del Laboratorio Estatal Key de Neurociencia Cognitiva y Aprendizaje de la Universidad Normal de Pekín.
El tercer estudio halló que los circuitos cerebrales pueden ser reformados por el entrenamiento musical.
Unos investigadores suecos realizaron IRM de 39 pianistas a quienes se pidió que tocaran las teclas de un teclado especial de 12 teclas mientras se realizaban los escáneres.
Los pianistas más experimentados en la improvisación del jazz mostraron una mayor conectividad entre tres regiones importantes del lóbulo frontal del cerebro mientras improvisaban música, apuntó la autora líder, Ana Pinho, del Instituto Karolinska, en Estocolmo.
Al mismo tiempo, mostraron menos actividad en regiones cerebrales asociadas con las funciones ejecutivas, como la planificación y la organización, lo que podría significar que los improvisadores entrenados pueden generar música con poca atención o pensamiento consciente, apuntó Pinho.
Debido a que estos estudios se presentaron en una reunión médica, los datos y conclusiones deben ser considerados como preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
Los nuevos hallazgos parecen indicar que el entrenamiento con un instrumento musical puede afectar al cerebro de formas profundas, que podrían resultar útiles tanto en la educación como en la terapia, comentó Schlaug, de la Harvard.
"Escuchar y producir música no solo es una experiencia auditiva, sino que se trata de una experiencia multisensorial y motora", señaló. "Tocar música durante mucho tiempo puede cambiar la función y la estructura del cerebro".


HealthDay

Via 

25 de octubre de 2013

¿Será mi bebé bueno en Matemática?

Si un bebé de seis meses puede distinguir entre un conjunto de 10 puntos y otro de 20 puntos, será bueno en matemáticas en prescolar. Esta es la principal conclusión de un interesante estudio realizado en el Institute for Brain Sciences de la Universidad de Duke (EEUU).

En otras palabras, si los bebés tienen la capacidad de diferenciar entre grupos de elementos grandes y grupos pequeños antes de aprender a contar, serán más propensos a desempeñarse bien en matemáticas en el futuro. La razón es que los niños aprovechan su capacidad numérica innata para, posteriormente, aprender los sistemas matemáticos simbólicos que se enseñan en la escuela.

Es decir, que "cuando los niños están adquiriendo un sistema simbólico de representación de números en el colegio, le sacan partido a su sentido numérico primitivo", explica Elizabeth Brannon, profesora de psicología y de neurociencia, y directora del estudio en DukeToday. Ese sentido primitivo sería, por lo tanto, “el bloque de construcción conceptual sobre el que se construye la capacidad matemática."

Primera fase: niños de seis meses

Según Brannon, todos los bebés vienen al mundo con un conocimiento matemático rudimentario que les permite, por ejemplo, al mirar dos conjuntos de objetos, identificar cuál de ellos es numéricamente mayor sin tener que contar ni usar números. Por ejemplo, pueden saber instintivamente que un grupo de 15 fresas es mayor que otro de seis con sólo echar un vistazo.

Para probar la relación entre ese sentido numérico primitivo y las habilidades matemáticas posteriores, Brannon y su colaborador Ariel Starr analizaron a 48 niños de seis meses de edad. En primer lugar, estudiaron la capacidad de éstos para reconocer cambios numéricos básicos.

Lo hicieron sacando partido al interés natural de los bebés por las cosas que cambian. Ese interés se expresa en la mirada. De hecho, a menudo, los científicos aprovechan la mirada de los bebés para conocer sus procesos psicológicos, pues éstas reflejan lo que les llama la atención, y en qué medida. Con este sistema se ha podido demostrar, por ejemplo, que con sólo cinco meses los niños distinguen entre sólidos y líquidos.

El experimento se hizo de la siguiente forma: los científicos colocaron a los niños frente a dos pantallas. Una de ellas mostró continuamente un conjunto con el mismo número de puntos (por ejemplo, ocho); mientras que la otra mostró cambios numéricos, con conjuntos que aumentaban o decrecían en el número de puntos. Por otro lado, los puntos de ambas pantallas cambiaron con frecuencia de tamaño y posición.

Lo que sucedió fue que los bebés más capaces de diferenciar entre dos valores numéricos miraron durante más tiempo a la pantalla numéricamente cambiante que a la otra.

Segunda fase: tres años más tarde

Los científicos volvieron a reunir a los niños cuando éstos tenían tres años y medio, y los sometieron a varias pruebas. En primer lugar, participaron en un juego de comparación numérica no simbólica. Se les presentaron dos grupos diferentes y se les pidió que eligieran cual de ellos tenían más puntos sin contarlos.

Además, los niños realizaron un test matemático estandarizado para alumnos de prescolar y, por último, fueron sometidos a una tarea verbal simple que consistía en identificar el número mayor (en palabra) que cada niño podía comprender.

Los resultados de estas pruebas demostraron que “aquellos niños que mostraron una mayor preferencia hacia la pantalla numéricamente cambiante a los seis meses, tenían un sentido numérico primitivo mejor tres años más tarde, en comparación con los niños con menor preferencia hacia dicha pantalla”, explica Starr. “Asimismo, los niños con puntuaciones más altas en la infancia rindieron mejor en los tests de matemáticas estandarizados”.

Implicaciones

Estos hallazgos respaldan la hipótesis de que un sentido matemático elemental innato es la base para la comprensión de las matemáticas a un nivel superior. Según Brannon, sugieren además que existe una conexión real entre la matemática simbólica y las habilidades cuantitativas presentes en la primera infancia, antes de que la educación conforme nuestras habilidades matemáticas.

“Nuestro estudio demuestra que el sentido numérico de los bebés es un predictor de la matemática simbólica, y que cuando los niños aprenden el significado de las palabras numéricas y de los símbolos, asocian estos significados con las representaciones numéricas preverbales que ya tenían”, concluye.

Fuente:

17 de octubre de 2013

¡CUARTO ANIVERSARIO MI HIJO ÚNICO BLOG!

Cuatro años acompañándonos, de sentirme identificada con muchas de ustedes en lo que se refiere a la maternidad. No ha sido fácil mantenerme vigente con mi blog, de hecho no lo es a la fecha. Sin embargo este blog me ha dado tantas satisfacciones que me es imposible dejarlo.

Ya no actualizo el blog como antes porque la Fibromialgia que me diagnosticaron a inicios de este año me lo impide hasta cierto punto. A veces me levanto tan débil que solo me provoca pasar acostadita en el sofá. Los días más difíciles que he tenido con esta enfermedad me han impedido siquiera prender la Pc. Así que bueno, sentarme a pensar en lo que voy a escribir también se me hace pesado...

Aprovecho los días en los que me siento bien para actualizar el blog, mantener el contacto en las redes sociales con toda mi gente de "Mi Hijo Único Fan Page" que a la fecha ya pasamos por mucho los 15,000 fans. Eso sin duda es lo que me anima a continuar. Nuestra comunidad ya no es de 100 ni de 1,000, ahora somos casi ¡¡16,000!! incluidos los fans de Twitter. 

Nuestra visitas se han mantenido igual año pasado y eso es más que suficiente para mi. Me alegra saber que cada día llegan personas nuevas a este blog y muchas deciden quedarse en el. ¡MUCHAS GRACIAS!

Algo nuevo y bueno que ocurrió este año es que me invitaron a colaborar como mamá bloguera del Portal Peruano "PADRES DE HOY". Algo que llego en el tiempo en el que andaba muy desanimada por tener un poco descuidado el blog. Así que aceptar ese nuevo emprendimiento sin duda es digno de mencionarse al cumplirse el cuarto Aniversario de "Mi Hijo Único".

Me encanta estar acompañándolas por cuatro años y deseo que todo marche bien y que estemos juntos por mucho más tiempo.

Mi blog ha crecido con mi hijo quien ya casi tiene 8 años!. Que rápido se paso el tiempo, pensar que cuando inicie este proyecto él no entendía porque mamá inició este blog y ahora él más que nadie es quien me alienta a seguir escribiendo y a continuar en este trabajo tan bonito (aunque no siempre fácil) como es ser una mamá con blog.

¡¡¡Feliz IV aniversario "MI HIJO ÚNICO" !!!

25 de septiembre de 2013

Tomar una siesta le ayudaría a tu hijo a mejorar su memoria

En una época en que el día promedio de los niños de preescolar está lleno de asignaturas obligatorias, un nuevo estudio ha descubierto que las siestas por la tarde no son una pérdida de tiempo.
Así es. en ves de eso, dormir un poco por la tarde podría en realidad mejorar la capacidad de aprendizaje de un niño al mejorar su memoria, según sugiere una pequeña investigación.
En un día típico, los niños en edad preescolar acumulan la información registrada durante el día aprendiendo el abecedario, resolviendo rompecabezas geométricos e interactuando socialmente en las áreas de almacenamiento a corto plazo del cerebro, afirmó Rebecca Spencer, autora principal del estudio y neurocientífica en la Universidad de Massachusetts, en Amherst.
"Una siesta permite que la información pase del almacenamiento temporal a un almacenamiento más permanente, del hipocampo a las áreas corticales del cerebro", afirmó. "A veces decimos: 'consúltalo con la almohada'. Bien, pues de eso estamos hablando: los niños tienen que procesar parte de la información que han recibido durante el día".
El estudio aparece en la edición del 23 al 27 de septiembre de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Muchos de los niños en edad preescolar del país pasan días más largos que sus padres que trabajan, ya que llegan a la escuela a las 6:30 a.m. y los recogen a las 5 p.m., señaló Spencer. "Todos dormimos poco, y el horario de los padres afecta a las horas de sueño de los niños", indicó.
Sin embargo, los niños en edad preescolar, sobre todo los mantenidos por los fondos públicos, son sometidos a la presión de pasar el día entero con lecciones diseñadas para preparar a los estudiantes para los primeros años de la escuela primaria, dijo Spencer.
Comentó que le preocupó escuchar que a los niños en edad preescolar tutelados por el estado ya no se les requería que hicieran la siesta. "Esa decisión no se basó en ningún conocimiento científico", indicó. "Ahora nuestra investigación proporciona una evidencia científica del valor de las siestas para los niños en edad preescolar".
Para realizar el estudio, los investigadores enseñaron a 40 niños de seis jardines de infancia del oeste de Massachusetts un juego de memoria visoespacial por la mañana. Se pidió a los niños que recordaran dónde estaban situados de 9 a 12 imágenes distintas en un cuadro.
Por la tarde, animaron a los niños o bien a dormir una siesta o a seguir despiertos. Las siestas duraron unos 80 minutos. Luego por la tarde y en la mañana siguiente, se hizo una prueba de memoria retardada a los niños de los dos grupos: los que durmieron y los que siguieron despiertos.
Los investigadores hallaron que aunque el rendimiento de los niños fue parecido en la mañana, cuando su capacidad de retención estaba fresca, los niños que no habían hecho una siesta olvidaban significativamente más cosas. Los que habían dormido recordaban un 10 por ciento más que los que habían seguido despiertos. Al día siguiente, los niños que habían hecho una siesta la tarde anterior obtuvieron una mejor puntuación que los que no. Los datos mostraron que un niño no recupera el beneficio de la memoria al dormir por la noche, afirmaron los investigadores.
Para entender mejor si los recuerdos se procesaban activamente durante las siestas, los investigadores llevaron a 14 niños en edad preescolar a un laboratorio del sueño para realizar una polisomnografía, un estudio del sueño que muestra los cambios que se producen en el cerebro. Los niños hicieron la siesta durante aproximadamente unos 70 minutos. Los niños que hicieron la siesta mostraron señales de haber enviado contenidos desde el hipocampo a la memoria a largo plazo.
"Por lo tanto, hubo evidencia de una relación de causalidad entre las señales de que el cerebro está integrando la información nueva y el beneficio obtenido mediante la siesta para la memoria", indicó Spencer.
Un pediatra no relacionado con el estudio afirmó que los hallazgos probaban lo que los médicos han sabido durante años. "Todo el mundo se beneficia de una siesta", afirmó el Dr. Peter Richel, jefe de pediatría del Hospital de Northern Westchester en Mt. Kisco, Nueva York. "Antes de este estudio, sin ningún dato sólido, muchos pediatras han aconsejado la siesta por la salud en general, por un menor número de infecciones estadísticamente hablando, porque se producen menos colapsos emocionales y se vive más feliz".
Sin embargo, algunos padres se resisten a la idea de las siestas, afirmó Richel. "Para los que compran camisetas a sus hijos de tres meses en las que pone 'Yale', esto puede ser difícil de aceptar", afirmó. A los padres de ambos extremos del espectro socioeconómico les puede resultar difícil valorar el descanso dentro de un horario muy ocupado, añadió.
Spencer afirmó que se han de volver a incluir las siestas para los niños en edad preescolar, y desea explorar modos de mejorar la experiencia de la siesta, con habitaciones oscuras y cunas o almohadas cómodas, por ejemplo.
¿La moraleja? "Las siestas no son una pérdida de tiempo", afirmó Spencer.

HealthDay

Desde
Fuente foto:
www.embarazo.taconeras.net 

10 de septiembre de 2013

La personalidad del hijo único. ¿De qué depende?

Las características propias de cada niño, sus habilidades sociales, su comportamiento, su personalidad están determinadas por el ejemplo que le han transmitido sus padres y las personas con quien se rodean, el hecho de no tener hermanos no indica que será un niño lleno de defectos y problemas.

Antes por ejemplo se pensaba que por el mismo hecho de ser hijo único ese niño estaba condenado a ser una persona egoista, caprichosa, solitaria y por lo tanto infeliz de por vida. Sin embargo no existe una regla general para todos los niños que han crecido sin hermanos. Al igual que cualquier niño con hermanos podrian ser egoistas, caprichosos y envidiosos o solidarios, sociables y generosos. La clave está en el modelo familiar que cada niño tiene en su vida.

Su personalidad

No hay nada exacto para medir la personalidad de los hijos únicos. Aunque es verdad que existen ciertos aspectos similares entre ellos, la  personalidad es definida en el transcurso de su vida; moldeada obviamente por sus padres y entorno. Aún así existen estudios científicos que muestran que los hijos únicos pueden mostrarse más ambiciosos, competitivos y conservadores frente a los modelos de crianza impartidos en sus hogares. Además, tienen mejores niveles de autoestima con respecto a otros niños de su edad; gracias a su dedicación, logran sus objetivos con mayor facilidad. Además de ser más exitosos en la escuela y en la Universidad.

La clave de su educación: Los padres

Como mamá de un hijo único procuro siempre que mi hijo se desarrolle en un ambiente tranquilo en casa, que juegue todo lo que sea necesario con niños de su edad y que reciba mucho amor y cariño de la mano con disciplina equilibrada. Estoy muy satisfecha con mi hijo, es un niño cariñoso, muy educado, sociable y muy aplicado en la escuela.

Aún así sabemos que no es fácil criar a un hijo. A menudo nos preguntamos ¿lo estoy haciendo bien?. ¿Voy por el camino correcto?. Muchas veces los padres nos volvemos sobreprotectores, los hacemos el centro de nuestras emociones y de nuestras expectativas, lo que se refleja en muchas exigencias de nuestra parte. Hay que recordar que nuestros hijos son solo niños no adultos pequeños.

Por otra parte cuando los padres se sienten culpables por no darle un hermano se intenta compensar los sentimientos con excesos de todo tipo, de protección, de regalos, de exigencias, etc. Esto sin duda en el futuro nos pasará la factura. Recordemos que la clave está en el equilibrio. Que no les falte nada a nuestros hijos de lo más importante: cariño, amor, educación, alimento y disciplina. Pero que no sobre la protección, los juguetes y regalos dados sin medida, las exigencias y los mimos.

Los padres debemos evitar que nuestros hijos únicos sean el centro de nuestra vida, olvidándonos de nosotros mismos, hasta el punto que descuidemos la relación con nuestra pareja. La disciplina además se da en equipo. Ambos padres deben ponerse de acuerdo al momento de disciplinar. Siempre con amor explicando el porqué del castigo y nunca con rencor y con colera. 

La personalidad de nuestros hijos no dependen de su condición como hijos únicos o con hermanos, su personalidad, su caracter, su manera de ver el mundo lo vamos haciendo juntos. Desde sus primeros años de vida en adelante por eso es importante que como papás y/o mamás les enseñemos más que con palabras con hechos. 

Recuerden que son niños pequeños, que están en formación, aún no tienen la experiencia que tenemos los adultos, no les exigamos más de lo que pueden dar. Valoremos sus esfuerzos y elogiémoslos equilibradamente. Nunca los castigues con colera. Brinda una disciplina basada en el amor y no en el rencor. Puedes dañar su autoestima.


Si procuramos estos consejos lograremos que nuestros hijos únicos crezcan y sean adultos felices. Que no tendrán que reprocharnos nada de lo que hicimos, al contrario nos devolverán incondicionalmente todo el amor que les damos.

29 de agosto de 2013

Confirman que en el vientre tu bebé sí te escucha

Si estas embarazada esta noticia puede resultarte muy interesante. Un estudio halló que la exposición repetida a una 'pseudopalabra' durante las etapas finales del embarazo llevó a que los cerebros de los bebés reaccionaran ante ella. 

Si creias que debes hablarle al feto en el útero, un nuevo estudio sugiere que tienes mucha razón. La investigación halla que los bebés desarrollan una memoria de las palabras que escuchan con frecuencia antes de nacer.
"Creemos que esto muestra lo bien que el cerebro se adapta a los sonidos a esa edad. Es una señal de un aprendizaje muy precoz del lenguaje, o de una adaptación a los sonidos que escuchan", apuntó la coautora del estudio, Minna Huotilainen, profesora del Centro Finlandés de Excelencia en la Investigación Musical Interdisciplinaria de la Universidad de Helsinki. "Un bebé recién nacido no es un lienzo vacío, sino que ya ha aprendido cómo su madre y otros familiares hablan".

Quizás parezca increíble que los bebés puedan recordar sonidos que escucharon en el útero, sobre todo si se considera que sus cerebros aún están desarrollando las conexiones que les permiten procesar cualquier tipo de cosa. Aún así, hay señales de que los fetos en realidad recuerdan los sonidos con los que se encuentran.
"Ya hay cierta evidencia de que los fetos pueden aprender, y de que los bebés pueden recordar canciones o fragmentos de habla del periodo fetal", apuntó Huotilainen.
Los investigadores evaluaron la memoria de fetos finlandeses exponiéndolos a una sola palabra ("tatata"), que no significa nada en finlandés.

"Se conoce como una 'pseudopalabra' que es importante para la investigación. Tiene tres sílabas, y elegimos una palabra tan larga para que a los pequeños cerebros les resultara difícil hallar los cambios y para darles algo difícil que aprender", apuntó Huotilainen. "Esa palabra podría existir en finlandés. Sigue todas las reglas del finlandés".

Desde la semana 29 del embarazo hasta el nacimiento, más o menos la mitad de 33 mujeres embarazadas en el estudio escucharon grabaciones de la palabra repetida cientos de veces. A veces, las grabaciones presentaban la palabra con una sílaba distinta en el medio ("to"), o pronunciada de forma distinta.
Después del nacimiento, los investigadores usaron escáneres para evaluar la actividad de los cerebros de todos los bebés cuando escuchaban la palabra. Los que la habían escuchado antes "mostraban una mayor reacción a esta palabra específica", apuntó Huotilainen. "Podían procesar la palabra mejor, y también podían detectar mejor los cambios en la palabra".

Huotilainen señaló que parece que el tipo de aprendizaje revelado en el estudio probablemente sucede a finales del embarazo, aunque esto no ha sido estudiado. Los bebés comienzan a escuchar más o menos a mitad del embarazo, comentó.

Patricia Kuhl, investigadora del habla y directora del Centro de Ciencias del Aprendizaje NSF de la Universidad de Washington, alabó el estudio. "El hecho de que el aprendizaje de los sonidos presentados con frecuencia ocurre mientras los bebés siguen en el útero significa que el aprendizaje del lenguaje no sucede en el primer día tras el nacimiento, sino mientras el bebé escucha los sonidos en el útero. En realidad es bastante sorprendente que el cerebro fetal tenga esa capacidad".

¿Qué pueden hacer los padres con esta información?
"Tenga en cuenta que el feto puede escuchar cosas del mundo exterior, y aprender de ellas", apuntó Huotilainen, coautora del estudio. "Hable durante el embarazo. Puede hablar con otras personas, o si lo desea, con el feto".
El estudio aparece en la edición de esta semana de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
Via MedlinePlus

19 de agosto de 2013

Refrescos podrian aumentar la agresividad en la Infancia

Los niños de cinco años que beben refrescos todos los días podrían tener más problemas conductuales que los niños con dietas que no incluyen a los refrescos, sugiere un nuevo estudio de los niños de EE. UU. 
 
Tras observar a casi 3,000 familias urbanas, los investigadores hallaron que las puntuaciones de los niños de cinco años en una medida estándar de agresividad tendían a aumentar junto con su consumo de refrescos. Y los niños de kínder que bebían cuatro o más porciones al día eran particularmente agresivos, según los informes de sus madres. Tenían alrededor del doble de probabilidades que otros niños de pelear o de destruir propiedad, informan los investigadores en la edición del 16 de agosto de la revista Journal of Pediatrics. Y también presentaban más problemas de atención que los niños que no bebían refrescos.

Los expertos enfatizaron rápidamente que nada de esto prueba que los refrescos en sí tengan la culpa. "Se trata de una correlación. No afirmamos que los refrescos provoquen agresividad", apuntó la investigadora líder, Shakira Suglia, profesora asistente de epidemiología en la Facultad de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York.
Pero, añadió Suglia, ya hay motivos para evitar que los niños beban refrescos ricos en azúcar y con cafeína. "Los refrescos no tienen ningún valor nutricional para los niños", advirtió.

Una psicóloga infantil que no participó en la investigación se mostró de acuerdo.

Es "imposible aclarar" el efecto de una parte de la dieta de un niño sobre la agresividad, apuntó Rahil Briggs, directora de servicios pediátricos de salud conductual del Hospital Pediátrico Montefiore, en la ciudad de Nueva York.
"Aún así, la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) ha planteado repetidamente la eliminación de los refrescos de las dietas de los niños [y] de las escuelas", añadió Briggs. "No limitar su ingesta, sino eliminarla totalmente". La academia es un destacado grupo de pediatras estadounidenses.

Briggs anotó que ese consejo se basa en evidencias que vinculan el consumo de refrescos en los niños con unos mayores riesgos de obesidad, caries y, posiblemente, problemas conductuales.

Algunas investigaciones anteriores han vinculado la ingesta de refrescos con una conducta agresiva en los niños mayores, apuntó Suglia. El nuevo estudio amplía esos hallazgos a los niños más pequeños.

Los resultados se basan en 2,929 parejas de madres e hijos en 20 ciudades de EE. UU., muchas de las cuales procedían de hogares de madres solteras con unos ingresos bajos. Las madres reportaron que a los cinco años de edad el 43 por ciento de los niños bebían refrescos por lo menos una vez al día, mientras que el 4 por ciento consumían cuatro o más al día.

En general, las puntuaciones de los niños en la escala de agresividad aumentaron junto con su ingesta de refrescos, halló el equipo de Suglia. Esas puntuaciones se basaron en las respuestas de las madres a un cuestionario estándar, que preguntaba con qué frecuencia los niños participaban en pleitos, destruían propiedad o se portaban mal de otra forma.
"Intentamos tomar en cuenta otras cosas que podrían afectar tanto la ingesta de refrescos como la conducta agresiva de los niños", apuntó Suglia.
Esto incluyó los niveles educativos de las madres, cualquier informe de abuso doméstico y con qué frecuencia los niños veían televisión y comían dulces. Al final, un consumo alto de refrescos (cuatro o más al día) siguió vinculándose con un mayor riesgo de conducta agresiva.

Sin embargo, los investigadores no pudieron tomar en cuenta todo lo que podría explicar el vínculo. "Todavía cabe la posibilidad de que alguna otra cosa sea la causa", dijo Suglia.

Tampoco está claro cómo beber refrescos afectaría directamente a la conducta de los niños pequeños. Suglia señaló que, en teoría, la cafeína o el azúcar podrían tener un rol, aunque los estudios científicos han puesto en duda la idea común de que el azúcar hace que los niños se vuelvan hiperactivos o agresivos.
"Una de las limitaciones de nuestro estudio es que no sabemos qué tipos de refrescos bebían los niños", apuntó Suglia. "No sabemos si eran regulares, de dieta o sin cafeína".
Pero a pesar de todas las preguntas, tanto Suglia como Briggs dijeron que los padres harían bien en desterrar las bebidas azucaradas.

El agua es una forma sin calorías para hidratarse, y la leche proporciona a los niños los nutrientes necesarios, como proteínas, el calcio y la vitamina D. Suglia anotó que se debe evitar incluso el jugo de fruta, si tiene azúcar añadido.
"Independientemente de que la investigación revele o no que este vínculo entre los refrescos y la agresividad es real, hay muchos efectos negativos bien documentados del consumo de refrescos en la niñez", advirtió Briggs.
"¿Por qué arriesgarse?", añadió.
 
Via
Foto:
www.revistacarrusel.cl 
  

12 de julio de 2013

Cómo criar a un hijo único equilibradamente

Atrás quedaron las familias numerosas y cada vez es más normal ver parejas con un sólo niño, el cual suele ser estigmatizado con adjetivos como “mimado”, “malcriado” y “egoísta” pero, ¿hasta dónde esto es cierto? Los expertos nos hablan de los mitos y realidades a los que hay que enfrentarse al tener únicamente un pequeño

“Es que es hijo único”… ¿Cuántas veces hemos escuchado esta excusa para justificar el comportamiento de un niño que no sabe compartir o que es introvertido? Sin embargo, detrás de ello, existen varios errores que los padres suelen cometer al mantener toda su atención en un sólo hijo.

El doctor en psicología y pedagogía, Valentín Martínez-Otero, explica que la personalidad del hijo único depende más de cómo es criado que del hecho de no tener hermanos, por lo que los papás deben aprender a mantener un equilibrio en la educación.

“No hay que quedarse cortos, ni pasarse. Hay que llegar a una armonía porque de otra manera, se corre el riesgo de incurrir en una protección excesiva y perjudicial para el desarrollo de los hijos o, por el contrario, caer en el otro extremo: el de lo permisible y que lo haga todo”.

En el ámbito pediátrico, la doctora Pilar González, vicepresidenta de la Sociedad de Pediatría de Madrid y Castilla-La Mancha, y el Jefe de Pediatría del hospital Quirón Bizkaia, el doctor Iñigo Echániz Urcelay, concuerdan en que no hay pruebas de que un hijo único pueda ser más enfermizo que aquel que está rodeado de hermanos, a pesar de la sobre protección que pueda tener.

“No recibe más cuidados el hijo único en relación a algún hijo que tenga algún problema cuando tiene más hermanos. Además, no hay más hipocondría entre los adultos que han sido hijos únicos”, asegura González.

El hijo de mami y papi

Al ser el único retoño, es comprensible que la pareja quiera protegerlo con su vida, sin embargo, llevar esto a un extremo puede provocar que el hijo no sepa desenvolverse con facilidad en sociedad, detalla Martínez-Otero.

“El hecho de que los padres estén muy pendientes del unigénito dificulta a veces el desarrollo de su autonomía y nos encontramos con facilidad que puede ser un niño frágil e inseguro precisamente porque puede estar sobre protegido”.

Para evitar esto, es importante que desde muy pequeño, aprenda a convivir con otros niños, ya sean amigos de la escuela, primos o que se le fomente la cultura del deporte en equipo como ejemplifica el psicólogo.

“Bien a través de campamentos ahora aprovechando el verano o de actividades extraescolares que por otra parte, brindan posibilidades de que ese niño o ese pre adolescente se relacione con otros compañeros y salga del egocentrismo”.

Por otra parte, los expertos coinciden en que hay que saber ponerle reglas y mantener la disciplina, pues el ser muy permisivos podría derivar en un descontrol total de su actitud.

“En ocasiones puede ser un tanto despótico y un tanto tiránico con sus padres porque él se hace fuerte en esa posición y llega el momento en el que puede tornarse exigente”, asegura el psicólogo.

El pediatra Iñigo Echániz es contundente: “Hoy en día, en general, todas las familias cometen el error de sobre proteger a sus hijos y de ser demasiado permisivos con ellos”.

Sin estrés y con mucho amor

Una de las ventajas de ser hijo único, es que el cariño de los padres es sólo para él, lo que le puede dar mucha seguridad a la hora de afrontar retos en la vida pero, de nuevo, la pareja debe ser muy cuidadosa para no convertir su atención en presiones que puedan estresar al niño, según explica el psicólogo y pedagogo Martínez-Otero.

“El hijo único puede verse sobre presionado porque su responsabilidad es creciente, al igual que su deseo por satisfacer las expectativas de los padres. El hecho de no cumplir estos objetivos puede generar una mayor frustración”.

En palabras del psicólogo: “El hecho de que no haya más hijos permite a los padres brindar una educación más a la medida y con posibilidades de darle también actividades complementarias, que el caso de que tuvieran muchos hijos, serían inviables, como el deporte o la música”.

En ese sentido, la pediatra agrega que existen varios estudios que aseguran que los adultos criados como hijos únicos suelen ser más seguros de si mismos y mejores líderes.

“No tienen problemas de relación social, que era uno de los miedos que suelen tener los padres. Es gente que aprende a disfrutar de su soledad, pero en el entorno externo son más sociables”.

Mientras que su colega de, el doctor Echániz, subraya que no hay estudios suficientes que señalen grandes diferencias en su rama entre un hijo único y uno que no lo es.

Para todo hay solución

Bien dicen que nadie nos enseña a ser padres y es comprensible que hayas cometido algunos errores en la educación de tu hijo, pero no te preocupes y mejor ocúpate pues, de acuerdo con el doctor Martínez-Otero, siempre se puede arreglar.

“Como suele decirse popularmente, nunca es tarde. Habría que comenzar de manera gradual, porque no es algo de la noche a la mañana y trabajar en la independencia de los hijos. Ya no se trataría tanto de que estuviera en la órbita de sus padres y que, de alguna manera, se vaya favoreciendo el que tenga actividades autónomas”.

También habrá que sentarse con el crío y conversar sobre nuevas normas, que deberán ser respetadas.

Lo importante, concluyen los expertos, es que se envíe un mensaje positivo sobre los hijos únicos y se les eduque de manera que puedan desarrollarse con facilidad dentro de la sociedad.



Fuente: EFE Salud
Desde : Adopty

19 de junio de 2013

Ni solitario ni egoista, ¡solo hijo único!

Que les gusta ser el centro de atención, que son egoístas y malcriados, son solo algunos de los estereotipos sobre los hijos únicos. Pero, ¿qué tanto de verdad hay en esto? Una hija única y madre de otra parece tener la respuesta.

"Me encanta ser el centro de atención, convierto cualquier conversación en una historia sobre mi vida. La vida social es fundamental y me siento sola fácilmente. Soy sensible porque nunca tuve un hermano que me ayudara a ser más fuerte. En otras palabras, soy hija única y, lo más probable, es que le pase estos rasgos a mi hija que también lo es".

Estos fueron los problemas que la periodista Farah L. Miller del HuffingtonPost le confió a Lauren Sandler, también madre de una hija única y autora del libro “One and Only: The Freedom of Having an Only Child and the Joy of Being One” (El único: la libertad de tener un hijo único y la alegría de serlo). Pero pronto, Sandler le probó lo contrario, mientras tomaban café, Sandler explicó que hay muy poca evidencia que apoye los estereotipos sobre quienes tienen a sus padres solo para ellos.

Los tres mitos más grandes, afirma la autora, se resumen en que son solitarios, egoístas y mal adaptados. Así suele referirse la gente al hablar de los hijos únicos a pesar de que hay cientos de estudios que demuestran que no son diferentes de aquellos que tienen hermanos.

Esta manera de pensar tiene consecuencias: “Estos estereotipos invaden las vidas de los padres, particularmente de las madres. Tienen su primer hijo para ellos y el segundo para que acompañe al primero. Si lo hacen porque los hijos únicos se ‘malogran’, están equivocados”, afirma Sandler. Estos son los hechos que la apoyan:

Los hijos únicos no están solos

Los niños en edad escolar no se sienten más solos que los otros niños. Sin embargo, los que viven en zonas rurales pueden sentirse un poco más solos y los adolescentes se sienten aislados porque son adolescentes. Los hijos únicos, cuando llegan a la adultez, pueden experimentar la soledad al adaptarse a ciertas necesidades y al envejecimiento de sus padres. “Para mí, tener otro hijo solo para que mi primera hija tenga un hermano cuando yo muera no es una razón para hacerlo”, comenta Sandler.

Los hijos únicos son más egoístas

“Nosotros nos volvemos personas generosas y respetuosas. Le damos mucho peso a nuestras relaciones, tenemos la tendencia a ser amigos muy generosos y no somos más narcisistas que los demás. Por alguna razón, los investigadores no lo pueden creer y siguen haciendo estudios”.

No todos los hijos únicos son malcriados

Al menos no más que cualquier otro niño. Al respecto, la autora cuenta que “hay una noción de que los hijos únicos son malcriados porque sus padres les dan todo y terminan con un pony en el patio, una tiara de diamantes y hacen pataletas cuando no consiguen lo que quieren. Así no fuimos mi hija ni yo”.

Los hijos únicos no se adaptan mal

“Toda la información muestra que, mientras un niño vaya a la escuela, sociabilizará”, explica la autora y agrega: “Soy de las personas que comienzan una fiesta. Yo compré una casa con mis amigos”.

Los hijos únicos sí tienen fortalezas compartidas

Metas altas, inteligencia y autoestima. Como nos criamos en un ambiente “muy verbal”, hablamos mucho y de temas profundos. Pero Sandler comenta que, de la misma manera en la que tener varios hijos no debe ser una razón para evitar caer en los estereotipos, mejorar las calificaciones de tu hijo único tampoco es una razón para no tener más.

Los hijos únicos son iguales que los mayores, pero diferentes

Esa es la conclusión a la que llegó Frank J. Sulloway, autor del libro “Born to Rebel” (Nacido para rebelarse) y cuyo argumento comparte Sandler. Al igual que los mayores, los hijos únicos tienden a ser más conservadores, pero como los menores, suelen innovar. En palabras de Sulloway, “tienen más libertad para definirse a sí mismos”.

No hay buenas o las malas elecciones

Los estereotipos indipadres can que los que crían a un hijo único les hacen llevar una carga de por vida. La meta de Sandler, dice, es “desbalancear esa noción” y liberar a los padres del miedo de que le están arruinando la vida a su hijo. La autora también les da algunos consejos a los padres para que inviertan su tiempo “libre”.

Puedes cambiar de opinión. Pero no a todo el mundo y no para siempre, pero tal vez. “Lo que sé es que mi hija va a ser la única”, dice Sandler. “Aún tengo 38 años y tuve la suerte de tener un embarazo sin complicaciones. ¿Quién sabe? Sin embargo, quiero que la decisión sea mía y de mi pareja y que no sea la cultura la que me diga que soy una madre horrible”, agrega.

Todo sugiere que si no tienes otro, tu hijo único va a estar bien. Podrá ser sociable y buscar un mejor amigo o amiga en cada nuevo salón de clases. Tal vez crezca para ser alguien independiente que necesita pasar un buen tiempo a solas. O tal vez quiera un poco de ambas cosas. Y nada de esto será porque “no le diste” un hermanito.

Fuente:
Fucsia

28 de mayo de 2013

¿Que tan creativos son los hijos únicos?


Todos los niños son creativos y particularmente mi único hijo no es la excepción. Como él muchos niños pasan las tardes imaginando y haciendo realidad sus fantasias. Donde tú solo ves objetos inservibles que ya debes deshechar, ellos ven objetos valiosos que pueden utilizar. Porque su imaginación esta al máximo y sin ella sería imposible tener tanta creatividad. Un claro ejemplo de que es así es este proyecto que realizó mi hijo, aquí te la cuento.

Donde yo solo veia un aspirador nasal que tenía en casa desde que mi hijo era un bebé :

Mi hijo se imaginó que bien podria ser la trompa de un elefante y con ayuda de su papá consiguió hacer realidad su fantasía.


La idea original es de Kevin, mi hijo de 7 años y junto a su papá la hicieron realidad. El se imaginó que el aspirador podría ser como la trompa de un elefante y con papel toalla y algunos periodicos arrugados que fueron pegando con goma, le dieron forma a este lindo elefantito. Al final solo lo pintaron con tempera y agregaron un par de ojitos movibles y así les quedó. ¡¡Lindo!!.

Más que demostrado que los hijos únicos son muy creativos. Aprenden pronto a entretenerse solos eso es lo que pasa y por lo tanto el desarrollo de su imaginación e invención se ve muy desarrollada. 

Solo me queda recomendar que como papás y mamás no cortemos jamás su imaginación, al contrario fomentémosla y apoyemos cualquier proyecto que tengan nuestros niños. Que nuestras actividades o tan apretado horario no les corten esa gran imaginación que tienen. Recuerden que hasta una caja de cartón simple para nosotros para ellos puede ser cualquier cosa que su creatividad les indique. Ahora dime ¿qué tan grande es la imaginación de tu hijo?.

Anny



19 de abril de 2013

La base científica de porqué el bebé se calma al tomarlo en brazos

El mejor lugar para un bebé que está llorando sin duda son los brazos de su madre, sugieren unos investigadores.

Cuando las madres cogen a los bebés inquietos en sus brazos, ellos experimentan una reacción calmante automática, aseguraron.

Este efecto evolucionario, visto tanto en los ratones como en las personas, refleja un conjunto coordinado de regulaciones centrales, motoras y cardiacas, según el estudio, que aparece en la edición del 18 de abril de la revista Current Biology.

También podría ayudar a explicar porqué los bebés que están calmados comienzan a llorar inmediatamente dejan de tenerlos en brazos. Este conocimiento podría ayudar a aliviar la frustración de los padres, y a prevenir el abuso infantil, aseguraron los investigadores.

"Desde los humanos hasta los ratones, los bebés mamíferos se calman y relajan cuando sus madres los cargan", aseguró en un comunicado de prensa de la revista Kumi Kuroda, del Instituto de Ciencias Cerebrales RIKEN en Saitama, Japón. "Esta respuesta infantil reduce el esfuerzo que la madre siente al llevar al bebé en brazos, y es beneficiosa tanto para la madre como para el bebé".

Cuando los bebés están en brazos de sus madres, tienen más probabilidades de sobrevivir, señalaron los investigadores. Mientras tanto, las madres prefieren mantener a sus bebés calmados y relajados. Es una situación beneficiosa para ambos, enfatizaron los investigadores.

Kuroda notó la misma respuesta calmante en los ratones de su laboratorio. "Cuando agarraba a las crías por la piel de la espalda, suave y rápidamente como hacían sus madres, inmediatamente dejaban de moverse y se hacían compactas. Parecían estar relajadas, pero no totalmente flácidas, y mantenían las extremidades flexionadas", comentó. "Esta respuesta calmante en los ratones parecía similar a la calma que experimentan los bebés humanos cuando sus madres los cogen".

Al estudiar la respuesta de los bebés humanos cuando sus madres los cargan, los investigadores hallaron que sus frecuencias cardiacas se hacían más lentas de inmediato cuando sus madres los cogían en brazos. También dejaban de moverse. Usando unos minúsculos electrodos cardiacos, se halló la misma respuesta en los ratones. También se detuvieron los llantos ultrasónicos de las crías de ratón.

Los autores del estudio dijeron que ciertas áreas del cerebro y del sistema nervioso son esenciales para coordinar esta respuesta al ser cogido en brazos.

Los hallazgos son muy relevantes para la crianza, y podrían desempeñar un rol en el desarrollo de estrategias para prevenir el abuso infantil, plantearon los investigadores. Comprender el llanto desde la perspectiva del bebé podría aliviar la frustración, dijeron. Cuando los padres se sienten menos frustrados, es menos probable que haya abuso infantil.

"Una comprensión científica de esta respuesta infantil evitará que los padres malinterpreten el reinicio del llanto como la intención del bebé por controlar a los padres, como sugieren algunas teorías de la crianza, como el tipo de estrategia de dejar que el bebé deje de llorar solo", apuntó Kuroda. "En lugar de eso, se debe interpretar este fenómeno como una consecuencia natural de los sistemas sensoriomotores del bebé".



HealthDay
Via
MedlinePlus

18 de abril de 2013

La decisión de tener un solo hijo

En las últimas décadas el paradigma de familia ha cambiado. Las clásicas familias numerosas cada vez son menos y es muy probable que alguna de tus amigas también tenga un solo hijo.

Lo cierto es que a pesar de que esto se esté volviendo muy popular, todavía se sigue juzgando las decisiones tomadas por voluntad propia en lo que respecta a la maternidad. Tal parece "el mundo" quiere imponernos que el modelo ideal de familia son de dos hijos a más y como ya lo hemos dicho antes, jamás uno solo o ninguno.

Sin embargo las decisiones de las mujeres sobre el tener hijos o no, les pertenece solo a ellas. Lo mismo tiene que ver con la decisión de muchas de optar por un solo hijo. Nadie debería juzgar el número de hijos que se va a tener. Lo cierto es que aún muchas nos sentimos juzgadas, criticadas y mal vistas.

Es un poco diferente en el caso de las mujeres que por circunstancias ajenas a su voluntad tienen solamente un hijo. A ellas no se las juzga o critica, a ellas se las compadece. ¡¡Que gran error!!. La gente no se da cuenta que con sus comentarios pueden estar sumiendo en la frustración y/o depresión a muchas madres que se imaginaban con muchos hijos y que la vida les ha regalado la oportunidad de ser madres de uno solo. Decimos todo esto porque nos escriben muchas lectoras de todas partes del mundo con sentimientos muy negativos y muy influenciadas obviamente por su entorno más cercano.

Si vives con tu pareja la decisión de tener un solo hijo debe ser tomada por ambos. Nunca llegarán a buen puerto si cada uno quiere por su lado.
Además los expertos advierten claramente una cosa: que una vez que se toma la decisión de no procrear más, hay que vivir con ella y estar dispuestos a enfrentarlo. Pueden llegar dudas de repente, nos pasó a todas en algún momento. Sin embargo nunca tomemos decisiones sin pensar. Nuestro corazón debe ponerse de acuerdo con nuestra razón, cuando eso suceda tomaremos la decisión correcta. Es decir tener un hijo más, o no.

Como padres de hijos únicos no debemos caer en el error de intentar compensar la ausencia de un hermano con cosas materiales o darles atención en exceso. Es preferible darles las oportunidades para interactuar con otros niños de su edad y sin son familiares como primos, es mejor.

Se habla mucho de que los padres de hijos únicos somos sobreprotectores, pero yo creo que eso es muy relativo. Ese riesgo siempre está ahí, para cualquier papá o mamá. No importa cuantos hijos tengamos, uno, dos o tres todos podemos cometer errores. Por lo tanto no debemos establecer diferencias, ni permitir que nos impongan etiquetas.

Tener un solo hijo no debe verse como algo malo jamás!. Para ser madres nos basta con uno. La decisión de una mujer de tener un solo hijo debe ser respetada al igual como la decisión de no tener hijos, o tener más de dos. Ya es tiempo de que el mundo lo entienda y no se nos juzgue equivocadamente.

No somos egoistas por nuestras decisiones en lo que a maternidad se refiere. Tener un hijo es una cuestión de amor y responsabilidad. La felicidad de la familia no tiene nada que ver con el número de integrantes. Se supone que así debería ser...





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