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31 de diciembre de 2009

NATACION PARA BEBES Y NIÑOS




Cada vez que voy a una piscina o al mar y veo a la gente e incluso a niños nadando y divirtiéndose en el agua, me da una envidia tremeda, no se nadar ya lo saben. Se que aún puedo aprender pero el tiempo y las ocupaciones no me lo permiten, aparte creo que soy una gran miedosa!, pienso que si de pequeña hubiera aprendido habría sido más fácil.
En fin, no solo es divertido nadar sino que es saludable para los más chiquitines. ¿Porqué se recomienda la natación para niños e incluso bebés?.



He visto niños pequeñitos como de 4 años nadando y parecen peces en el agua y es porque empezaron asistiendo con sus madres a las clases de natación para bebés que se imparten en piscinas climatizadas.


BENEFICIOS:
 
El ejercicio en el agua mejora la psicomotricidad de los más pequeños, las capacidades cardiorrespiratorias, favorece su alineación postural y contribuye a su coordinación muscular a la vez que fomenta sus capacidades sensoriales. Los beneficios de este deporte son múltiples y los padres no dejan pasar la oportunidad de guiar a sus hijos por un mundo acuático donde los pequeños empiezan con flotaciones e inmersiones, para luego, atreverse con habilidades más complicadas, como lanzarse al agua en trampolín, o cruzar buceando por el interior de un aro bajo el agua, pero eso sí, todavía no aprenden a nadar, estos primeros contactos les ayudan a desenvolverse en el medio y cuando se inician en la natación ya saben moverse dentro del agua.
 
Pero como mami o papi podrias temer que tu bebé tome agua, los expertos dicen:
 
Al nacer, los bebés conservan un instinto que les hace cerrar la garganta cuando están debajo del agua, de forma que no tragan agua aunque tengan la boca abierta. Ese instinto, que les permite vivir flotando en el vientre materno, se empieza a perder hacia los seis meses, así que «a partir de los siete puede que trague agua, depende del bebé», pero eso tampoco resulta un inconveniente, «les hacemos memorizar un proceso previo a la inmersión, contamos uno, dos y tres, y los bebés cierran los ojos y la boca antes de meter la cabeza bajo el agua», aseguran los expertos, que recomiendan inscribir a los bebés en estas clases a partir de los cinco o seis meses y hasta los tres años, cuando los más pequeños ya están iniciados y pueden comenzar a aprender a nadar.
 
La figura de los progenitores es indispensable en este tipo de clases, en las que además de los profesores, cada bebé necesita un responsable en el agua y una persona que realice con ellos los ejercicios, «enseñamos primero a los padres para que desarrollen los ejercicios con sus hijos, nosotros corregimos y somos sus guías», señala el experto.
 
Así que en estas vacaciones podemos incluir unas clasesitas con nuestros bebés o niños, quien sabe los papis o mamis que no sepamos nadar terminemos aprendiendo :-) quien sabe...
 
Anny
 
Fuente:
http://www.laopiniondezamora.es/zamora/2009/12/30/pezquenines/407241.html

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