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28 de enero de 2014

¿Qué es la amnesia infantil?


¿Qué es y cuando empieza la amnesia infantil?


Científicos de EE-UU han conseguido la primera demostración empírica de la aparición de la “amnesia infantil”, que es el proceso por el cual el ser humano borra los recuerdos de su más tierna infancia: de eventos acaecidos antes de cumplir los tres años. Este fenómeno de “olvido” se produce a partir de los siete años.


Los bebés utilizan sus recuerdos para aprender nueva información, pocos adultos pueden recordar eventos de su vida que ocurrieran antes de la edad de tres años. 

Psicólogos de la Universidad de Emory (Atlanta, EE.UU.) han documentado ahora que los siete años es cuando estos primeros recuerdos tienden a desvanecerse en el olvido, un fenómeno conocido como "amnesia infantil". 

La investigación incluyó entrevistas a niños acerca de acontecimientos pasados ​​de su vida, a partir de los tres años. A diferentes subgrupos de estos niños se les consultó posteriormente si recordaban estos eventos a las edades de cinco, seis, siete, ocho y nueve años. 

"Nuestro estudio es la primera demostración empírica de la aparición de la amnesia infantil", afirma la psicóloga de Emory Patricia Bauer, que dirigió el estudio, en la información de la universidad. "De hecho, grabamos la memoria de los niños, y luego los seguimos hacia el futuro, para hacer un seguimiento sobre cuándo se olvidaron de esos recuerdos." 

Estudiar la memoria autobiográfica 

El Laboratorio Bauer de Desarrollo de la Memoria se centra en cómo la memoria autobiográfica, o episódica, cambia a través de la infancia y la edad adulta temprana. 

Los científicos saben desde hace mucho tiempo, basándose en entrevistas con adultos, que los primeros recuerdos de la mayoría de la gente sólo se remontan a alrededor de los 3 años de edad. 

Sigmund Freud acuñó el término "amnesia infantil" para describir esta pérdida de la memoria de los años infantiles. Utilizando su teoría psicoanalítica, Freud hizo la polémica propuesta de que la gente estaba reprimiendo sus memorias más tempranas debido a su naturaleza sexual inapropiada. 

En los últimos años, sin embargo, hay cada vez más pruebas de que, mientras que los bebés utilizan la memoria para aprender la lengua y dar sentido al mundo que les rodea, no tienen todavía la sofisticada arquitectura neuronal necesaria para formar y retener formas más complejas de memoria. 

En lugar de basarse en entrevistas con adultos, como habían hecho los estudios anteriores sobre amnesia infantil, los investigadores de Emory querían documentar la formación de la memoria autobiográfica temprana, así como la edad a la que se olvidan estos recuerdos. 

Características del estudio 

El experimento se inició grabando a 83 niños a la edad de tres años, mientras sus madres o padres les preguntaban acerca de seis acontecimientos que los niños habían experimentado en los últimos meses, como un viaje al zoológico o una fiesta de cumpleaños. "Les pedimos a los padres hablar como lo harían normalmente con sus hijos", explica Bauer. 

Ella da un ejemplo hipotético: "La madre preguntaría: "¿Recuerdas cuando fuimos al restaurante para tu fiesta de cumpleaños ? Podría añadir: "Tomaste pizza, ¿verdad?" 

El niño puede comenzar a relatar los detalles de la experiencia en el restaurante o desviar la conversación diciendo algo como, "¡Zoo!" Algunas madres pueden seguir preguntando acerca de la pizza, mientras que otra madre podría decir: "Bueno, fuimos al zoológico, también. Háblame de eso." 

Los padres que se dejaban guiar por el niño en estas conversaciones tendían a suscitar recuerdos más ricos de sus hijos de tres años, apunta Bauer. "Este enfoque también está relacionado con los niños que tienen una mejor memoria del evento a una edad más tardía." 

Después de grabar estos recuerdos básicos, los investigadores hicieron un seguimiento a los niños años después, pidiéndoles que recordaran los acontecimientos que habían relatado a los tres años. Los niños fueron divididos en cinco grupos diferentes , y cada grupo de niños regresó sólo una vez para participar en el experimento, entre las edades de cinco a nueve. 

Resultados 

Mientras que los niños entre las edades de cinco y siete podían recordar entre el 63 y el 72 por ciento de los eventos, los niños que tenían entre ocho y nueve años recordaban sólo alrededor del 35 por ciento. 

"Un hallazgo sorprendente fue que, a pesar de que los de cinco y seis años recordaban un mayor porcentaje de acontecimientos, sus narraciones de estos eventos eran menos completas", destaca Bauer, mientras que "los niños mayores recordaban menos eventos, pero los que recordaban tenía más detalles." 

Algunas de las razones para esta diferencia pueden ser que los recuerdos que se mantienen durante más tiempo pueden tener detalles más ricos asociados con ellos y su cada vez mayor conocimiento del idiomas permite al niño mayor elaborar mejor la memoria, consolidándola aún más en su mente", señala la investigadora. 

Los niños pequeños tienden a olvidar los acontecimientos con mayor rapidez que los adultos porque carecen de los potentes procesos neuronales necesarios para reunir todas las piezas de información que incluye una memoria autobiográfica compleja", explica. 

"Uno tiene que aprender a usar un calendario y comprender los días de la semana y las estaciones del año. Debe saber codificar la información sobre la ubicación física del evento. Y necesita el desarrollo de un sentido del yo, la comprensión de que su perspectiva es diferente de la de otra persona." 

Un colador 

Ella usa una analogía con drenar la pasta en un colador para explicar la diferencia entre los recuerdos de la primera infancia y los de la edad adulta. " Los recuerdos son como orzo; , explica, refiriéndose al tipo de pasta que tiene forma de arroz. 

"Son pequeños trozos y piezas de codificación neural." Los cerebros de los niños pequeños son como coladores con agujeros grandes que tratan de retener estos pequeños pedazos de memoria. "Aunque el agua se filtra por ellos, también lo hacen muchos de los granos de orzo. Los adultos, en cambio, utilizan una fina red en lugar de un colador." 

Ahora que Bauer ha documentado la aparición de la amnesia infantil, espera afinar la edad en que las personas adquieren un sistema de memoria adulto, que ella cree que está entre los nueve años y los años de la universidad. "Nos gustaría saber más acerca de cuándo cambiamos nuestros coladores por una red. El periodo entre los 9 y los 18 años es en gran medida una tierra de nadie de nuestro conocimiento sobre cómo se forma la memoria."


Via
tendencias21

17 de enero de 2014

¿Un resfriado común en los niños puede volverse peligroso?

Los padres debemos estar alertas y observar  los resfriados comunes de nuestros hijos. Un nuevo estudio aclara que si podrian provocar infecciones graves.

Los resfriados frecuentes forman parte normal de las vidas de los niños pequeños, pero a veces una nariz obstruida se convierte en una infección pulmonar más grave. Recientemente, un nuevo estudio clarifica algunos de los factores que pueden poner a ciertos niños en un mayor riesgo. 

El estudio, que aparece en la edición en línea del 13 de enero de la revista Pediatrics, se enfocó en los bebés y los niños en edad preescolar infectados con rinovirus, un gran grupo de virus que provocan muchos casos de resfriado común. 

Tradicionalmente, se creía que los rinovirus solo provocaban síntomas de resfriado. Pero investigaciones recientes han sugerido que los virus podrían en ocasiones provocar infecciones pulmonares más graves, como la neumonía y la bronquitis, en ciertos niños.

En el nuevo estudio, los Investigadores brasileños observaron los resultados de las pruebas de 434 bebés y niños en edad preescolar que fueron llevados al médico por síntomas respiratorios.
Un número pequeño de los niños (31) estaban infectados solo con un rinovirus, pero presentaban síntomas de "moderados" a "graves", como respiración sibilante, dificultades para respirar y tos severa.

Pero casi la mitad de todos esos bebés y niños también tenían factores de riesgo subyacentes para infecciones respiratorias más graves, que incluían el nacimiento prematuro, las enfermedades cardíacas y el asma.

Se sabe que dichas afecciones hacen que los niños pequeños sean más vulnerables a las infecciones pulmonares, según el Dr. David Nichols, director de pulmonología pediátrica de National Jewish Health, en Denver.
De forma que los nuevos hallazgos subrayan la importancia de intentar proteger a esos niños de los virus del resfriado, apuntó Nichols, quien no participó en el estudio.

"Los padres de esos niños usualmente son cuidadosos", anotó, pero otras personas con las que tienen contacto regular quizá no se den cuenta de que deben mantenerse alejados cuando tienen síntomas leves de resfriado.

Jonny Yokosawa, investigador principal del estudio, se mostró de acuerdo. Mantener a los bebés y a los niños pequeños vulnerables lejos de otros niños con resfriados es importante, según Yokosawa, quien trabaja en la Universidad Federal de Uberlandia, en Brasil.
También señaló que los centros médicos deben ser particularmente rigurosos al proteger a esos niños vulnerables de los rinovirus.

Los hallazgos se basan en los expedientes de 434 bebés y niños de hasta 5 años de edad que presentaron una variedad de síntomas, desde congestión nasal o una tos severa hasta respiración sibilante. Sus padres los llevaron a unas clínicas donde los médicos tomaron muestras nasales y les hicieron pruebas de virus.

En general, el 42 por ciento de los niños estaban infectados con un rinovirus, con frecuencia junto con otros virus. La "infección concurrente" más común fue con el virus sincitial respiratorio (VSR).
El VSR provoca resfriados, pero también puede desencadenar una inflamación en las vías respiratorias pequeñas de los pulmones (una afección conocida como bronquiolitis) o llevar a una neumonía. El VSR es la causa más común de neumonía y bronquiolitis en los bebés, según los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de EE. UU.
Y en este estudio, el VSR fue la causa principal de esas infecciones más graves. Alrededor del 60 por ciento de los niños que portaban el VSR (ya fuera solo o junto con algún rinovirus) tenían unos síntomas más graves.

Según Nichols, la buena noticia para los padres es que para la mayoría de los niños, lo más probable es que una infección con un rinovirus solo provoque unos síntomas leves. Por otro lado, el VSR "sigue siendo una causa común de enfermedad respiratoria moderada o grave en los niños pequeños", advirtió.

Según los CDC, casi todos los niños contraen una infección con VSR para su segundo cumpleaños. Entre el 25 y el 40 por ciento de los niños contraen bronquiolitis o neumonía la primera vez que se ven expuestos al virus.

La mayoría de los niños se recuperan de una infección con el VSR en una semana o dos, apuntan los CDC, pero un pequeño porcentaje de los niños que presentan síntomas más graves deben ser hospitalizados.

foto: bebefeliz

18 de diciembre de 2013

Ni más, ni menos, ¡solo hijos únicos!

La personalidad y comportamiento de tu hijo único no está ligada a su condición. Tu hijo único no tiene porque ser diferente al resto de niños con hermanos, si es que nosotros como padres nos aseguramos de brindarles una educación equilibrada, basada en la disciplina  equilibrada y el amor.

Nadie tendría porque ensalzar en demasía, ni tampoco denigrar o rebajar a los niños que no tienen hermanos, mucho menos compadecerlos porque se piense que son niños que están condenados en el futuro a la soledad.

Pensar así, es pensar que nuestro hijo único no tendrá capacidad para ser un buen amigo e ir creando relaciones interpersonales durante su vida. Lo más probable es que el problema está en nosotros los padres. Busca dentro de ti, dentro de tus propios temores, por ahí puede estar el porqué de ser tan negativos y pesimistas con respecto al futuro de nuestro hijo o hija.

Es verdad que la creencia popular da a pensar que los hijos únicos son más caprichosos y egoístas que el resto, así como que tendrían más dificultad para relacionarse con otros niños, pero esto obedece más a un mito que a la realidad, pues especialistas confirman que no es necesaria la convivencia con hermanos o la rivalidad con estos para que los hijos únicos aprendan a compartir, socializar y resolver los problemas. Si es que tu hijo va al jardín de infancia o al colegio seguro estas de acuerdo conmigo en que ahí aprenden a socializar, a competir y hasta pelear, a veces más de la cuenta.

No ensalzar a los hijos únicos no significa que nos ceguemos a las ventajas que tienen sobre el resto de niños con hermanos, como por ejemplo la capacidad para forjar una autoestima mayor, aprender a manejar mejor los momentos de soledad y fortalecer el carácter.

Esto se debe a que reciben de parte de nosotros los padres atención exclusiva, lo que hace que en el colegio por ejemplo, sean niños con un rendimiento un poco superior al resto. Mi hijo no es la excepción, siempre ha sido el niño más destacado de su clase hasta el día de hoy y no voy a negar que aunque él es un niño brillante por naturaleza, he estado muy pendiente de que sea un niño responsable con sus deberes escolares. 

Pero así como hay ventajas, también existe la parte negativa de ser hijo único, es que existe el riesgo de que los padres volquemos excesivas expectativas en nuestros hijos, llegando a abrumarlos o frustrarlos en ocasiones. Hay que tener cuidado con eso, recordemos que nuestros hijos son niños, no adultos pequeños, no les pidamos más de lo que pueden dar. 

Sin importar la razón por la que tenemos hijos únicos, debemos respetarnos. La maternidad nunca debe ser impuesta, debe surgir del corazón, y si el corazón nos dice que uno es lo que queremos, con uno nos quedaremos.

Solo concentrémonos en que nuestra labor de padres es brindar el cariño y atención que nuestro hijo se merece, sin olvidar que la disciplina en todos los niños es para bien, siempre y cuando se de con amor, con la intención de corregir, nunca con la intención de quitarnos el estrés que llevamos dentro.

Recordemos “ser hijo único no implica ningún problema”, los hijos únicos no son ni mas, ni menos. Ser hijo único es una condición a la que nuestros niños pueden sacar provecho y ser personas felices, con una gran capacidad de dar amor, lo que hará que jamás estén solos, tendrán muchos amigos y algún día formarán su propia familia.

En conclusión, aunque en general se suele pensar que tener más de un hijo ofrece algunas ventajas a lo largo de la vida, ser hijo único no implica ningún problema siempre y cuando los padres no cometamos los típicos errores como un excesivo control, sobreprotegerlos o volquemos todas nuestras expectativas sobre ellos.

Por Mi Hijo Único Blog

15 de noviembre de 2013

Los beneficios de que tu hijo toque un instrumento musical

Si a tu pequeñín al igual que a mi hijo le gusta tocar un instrumento musical, enhorabuena!!. Debes fomentar esas habilidades, pues tocar un instrumento musical puede provocar cambios fundamentales en el cerebro de una persona muy joven, conformando tanto su funcionamiento como su estructura física, han asegurado recientemente unos investigadores.
Tres estudios presentados esta semana en la reunión anual de la Sociedad de Neurociencia (Society for Neuroscience), en San Diego, sugirieron que el entrenamiento musical puede lograr lo siguiente:
  • Mejorar la capacidad de una persona de procesar información de varios sentidos a la vez con efectividad.
  • Afectar la forma en que el cerebro de una persona joven se desarrolla, si comienzan a tocar música antes de los 7 años de edad.
  • Fomentar la conectividad entre las partes del cerebro asociadas con la creatividad y la improvisación.
Todos estos hallazgos podrían en última instancia conducir a unas mejores terapias para las personas con lesiones cerebrales o discapacidades del aprendizaje, aseguró en una conferencia de prensa el lunes por la tarde el Dr. Gottfried Schlaug, director del Laboratorio de Música y Neuroimágenes de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.
"La música podría proveer un acceso alternativo a un sistema dañado o disfuncional en el cerebro", planteó Schlaug, profesor asociado de neurología de la Harvard. "La música tiene la capacidad exclusiva de pasar por canales alternativos y conectar distintas secciones del cerebro".
El primer estudio, llevado a cabo por investigadores canadienses, pidió a músicos entrenados y a personas que no eran músicos que respondieran a sensaciones de oído y tacto al mismo tiempo.
Se administraron dos sonidos al mismo tiempo que la persona recibía una sensación de tacto, que buscaba crear la ilusión perceptual de que la persona en realidad había recibido dos sensaciones de tacto.
Dado que los músicos tienen que trabajar con su instrumento, leer la partitura y escuchar los tonos que producen al mismo tiempo, los investigadores predijeron que serían más capaces de distinguir el sonido del tacto.
Es predicción resultó correcta. Las personas que no eran músicas se creyeron la ilusión, pero los músicos no, apuntó durante la conferencia de prensa la investigadora, Julie Roy, de la Universidad de Montreal.
"Los músicos pudieron ignorar los estímulos auditivos y solo reportar lo que sentían", comentó Roy, y añadió que se trata de una evidencia sólida de una mejor capacidad de procesar información de más de un sentido a la vez.
El segundo estudio conllevó escáneres cerebrales de 48 adultos chinos de 19 a 21 años de edad que contaban con al menos un año de entrenamiento musical en la niñez.
Los investigadores hallaron que las regiones cerebrales relacionadas con el oído y la autoconsciencia parecían ser más grandes en las personas que comenzaron a tomar lecciones de música antes de los 7 años de edad. Específicamente, esas áreas tendían a tener una corteza, la capa externa del cerebro, más gruesa.
Esos hallazgos parecen indicar que el entrenamiento musical puede tener un inmenso impacto sobre el cerebro en desarrollo, dado que la maduración cerebral tiende a alcanzar su punto máximo más o menos a los 7 años de edad, apuntó el investigador líder, Yunxin Wang, del Laboratorio Estatal Key de Neurociencia Cognitiva y Aprendizaje de la Universidad Normal de Pekín.
El tercer estudio halló que los circuitos cerebrales pueden ser reformados por el entrenamiento musical.
Unos investigadores suecos realizaron IRM de 39 pianistas a quienes se pidió que tocaran las teclas de un teclado especial de 12 teclas mientras se realizaban los escáneres.
Los pianistas más experimentados en la improvisación del jazz mostraron una mayor conectividad entre tres regiones importantes del lóbulo frontal del cerebro mientras improvisaban música, apuntó la autora líder, Ana Pinho, del Instituto Karolinska, en Estocolmo.
Al mismo tiempo, mostraron menos actividad en regiones cerebrales asociadas con las funciones ejecutivas, como la planificación y la organización, lo que podría significar que los improvisadores entrenados pueden generar música con poca atención o pensamiento consciente, apuntó Pinho.
Debido a que estos estudios se presentaron en una reunión médica, los datos y conclusiones deben ser considerados como preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
Los nuevos hallazgos parecen indicar que el entrenamiento con un instrumento musical puede afectar al cerebro de formas profundas, que podrían resultar útiles tanto en la educación como en la terapia, comentó Schlaug, de la Harvard.
"Escuchar y producir música no solo es una experiencia auditiva, sino que se trata de una experiencia multisensorial y motora", señaló. "Tocar música durante mucho tiempo puede cambiar la función y la estructura del cerebro".


HealthDay

Via 

25 de octubre de 2013

¿Será mi bebé bueno en Matemática?

Si un bebé de seis meses puede distinguir entre un conjunto de 10 puntos y otro de 20 puntos, será bueno en matemáticas en prescolar. Esta es la principal conclusión de un interesante estudio realizado en el Institute for Brain Sciences de la Universidad de Duke (EEUU).

En otras palabras, si los bebés tienen la capacidad de diferenciar entre grupos de elementos grandes y grupos pequeños antes de aprender a contar, serán más propensos a desempeñarse bien en matemáticas en el futuro. La razón es que los niños aprovechan su capacidad numérica innata para, posteriormente, aprender los sistemas matemáticos simbólicos que se enseñan en la escuela.

Es decir, que "cuando los niños están adquiriendo un sistema simbólico de representación de números en el colegio, le sacan partido a su sentido numérico primitivo", explica Elizabeth Brannon, profesora de psicología y de neurociencia, y directora del estudio en DukeToday. Ese sentido primitivo sería, por lo tanto, “el bloque de construcción conceptual sobre el que se construye la capacidad matemática."

Primera fase: niños de seis meses

Según Brannon, todos los bebés vienen al mundo con un conocimiento matemático rudimentario que les permite, por ejemplo, al mirar dos conjuntos de objetos, identificar cuál de ellos es numéricamente mayor sin tener que contar ni usar números. Por ejemplo, pueden saber instintivamente que un grupo de 15 fresas es mayor que otro de seis con sólo echar un vistazo.

Para probar la relación entre ese sentido numérico primitivo y las habilidades matemáticas posteriores, Brannon y su colaborador Ariel Starr analizaron a 48 niños de seis meses de edad. En primer lugar, estudiaron la capacidad de éstos para reconocer cambios numéricos básicos.

Lo hicieron sacando partido al interés natural de los bebés por las cosas que cambian. Ese interés se expresa en la mirada. De hecho, a menudo, los científicos aprovechan la mirada de los bebés para conocer sus procesos psicológicos, pues éstas reflejan lo que les llama la atención, y en qué medida. Con este sistema se ha podido demostrar, por ejemplo, que con sólo cinco meses los niños distinguen entre sólidos y líquidos.

El experimento se hizo de la siguiente forma: los científicos colocaron a los niños frente a dos pantallas. Una de ellas mostró continuamente un conjunto con el mismo número de puntos (por ejemplo, ocho); mientras que la otra mostró cambios numéricos, con conjuntos que aumentaban o decrecían en el número de puntos. Por otro lado, los puntos de ambas pantallas cambiaron con frecuencia de tamaño y posición.

Lo que sucedió fue que los bebés más capaces de diferenciar entre dos valores numéricos miraron durante más tiempo a la pantalla numéricamente cambiante que a la otra.

Segunda fase: tres años más tarde

Los científicos volvieron a reunir a los niños cuando éstos tenían tres años y medio, y los sometieron a varias pruebas. En primer lugar, participaron en un juego de comparación numérica no simbólica. Se les presentaron dos grupos diferentes y se les pidió que eligieran cual de ellos tenían más puntos sin contarlos.

Además, los niños realizaron un test matemático estandarizado para alumnos de prescolar y, por último, fueron sometidos a una tarea verbal simple que consistía en identificar el número mayor (en palabra) que cada niño podía comprender.

Los resultados de estas pruebas demostraron que “aquellos niños que mostraron una mayor preferencia hacia la pantalla numéricamente cambiante a los seis meses, tenían un sentido numérico primitivo mejor tres años más tarde, en comparación con los niños con menor preferencia hacia dicha pantalla”, explica Starr. “Asimismo, los niños con puntuaciones más altas en la infancia rindieron mejor en los tests de matemáticas estandarizados”.

Implicaciones

Estos hallazgos respaldan la hipótesis de que un sentido matemático elemental innato es la base para la comprensión de las matemáticas a un nivel superior. Según Brannon, sugieren además que existe una conexión real entre la matemática simbólica y las habilidades cuantitativas presentes en la primera infancia, antes de que la educación conforme nuestras habilidades matemáticas.

“Nuestro estudio demuestra que el sentido numérico de los bebés es un predictor de la matemática simbólica, y que cuando los niños aprenden el significado de las palabras numéricas y de los símbolos, asocian estos significados con las representaciones numéricas preverbales que ya tenían”, concluye.

Fuente:

17 de octubre de 2013

¡CUARTO ANIVERSARIO MI HIJO ÚNICO BLOG!

Cuatro años acompañándonos, de sentirme identificada con muchas de ustedes en lo que se refiere a la maternidad. No ha sido fácil mantenerme vigente con mi blog, de hecho no lo es a la fecha. Sin embargo este blog me ha dado tantas satisfacciones que me es imposible dejarlo.

Ya no actualizo el blog como antes porque la Fibromialgia que me diagnosticaron a inicios de este año me lo impide hasta cierto punto. A veces me levanto tan débil que solo me provoca pasar acostadita en el sofá. Los días más difíciles que he tenido con esta enfermedad me han impedido siquiera prender la Pc. Así que bueno, sentarme a pensar en lo que voy a escribir también se me hace pesado...

Aprovecho los días en los que me siento bien para actualizar el blog, mantener el contacto en las redes sociales con toda mi gente de "Mi Hijo Único Fan Page" que a la fecha ya pasamos por mucho los 15,000 fans. Eso sin duda es lo que me anima a continuar. Nuestra comunidad ya no es de 100 ni de 1,000, ahora somos casi ¡¡16,000!! incluidos los fans de Twitter. 

Nuestra visitas se han mantenido igual año pasado y eso es más que suficiente para mi. Me alegra saber que cada día llegan personas nuevas a este blog y muchas deciden quedarse en el. ¡MUCHAS GRACIAS!

Algo nuevo y bueno que ocurrió este año es que me invitaron a colaborar como mamá bloguera del Portal Peruano "PADRES DE HOY". Algo que llego en el tiempo en el que andaba muy desanimada por tener un poco descuidado el blog. Así que aceptar ese nuevo emprendimiento sin duda es digno de mencionarse al cumplirse el cuarto Aniversario de "Mi Hijo Único".

Me encanta estar acompañándolas por cuatro años y deseo que todo marche bien y que estemos juntos por mucho más tiempo.

Mi blog ha crecido con mi hijo quien ya casi tiene 8 años!. Que rápido se paso el tiempo, pensar que cuando inicie este proyecto él no entendía porque mamá inició este blog y ahora él más que nadie es quien me alienta a seguir escribiendo y a continuar en este trabajo tan bonito (aunque no siempre fácil) como es ser una mamá con blog.

¡¡¡Feliz IV aniversario "MI HIJO ÚNICO" !!!

25 de septiembre de 2013

Tomar una siesta le ayudaría a tu hijo a mejorar su memoria

En una época en que el día promedio de los niños de preescolar está lleno de asignaturas obligatorias, un nuevo estudio ha descubierto que las siestas por la tarde no son una pérdida de tiempo.
Así es. en ves de eso, dormir un poco por la tarde podría en realidad mejorar la capacidad de aprendizaje de un niño al mejorar su memoria, según sugiere una pequeña investigación.
En un día típico, los niños en edad preescolar acumulan la información registrada durante el día aprendiendo el abecedario, resolviendo rompecabezas geométricos e interactuando socialmente en las áreas de almacenamiento a corto plazo del cerebro, afirmó Rebecca Spencer, autora principal del estudio y neurocientífica en la Universidad de Massachusetts, en Amherst.
"Una siesta permite que la información pase del almacenamiento temporal a un almacenamiento más permanente, del hipocampo a las áreas corticales del cerebro", afirmó. "A veces decimos: 'consúltalo con la almohada'. Bien, pues de eso estamos hablando: los niños tienen que procesar parte de la información que han recibido durante el día".
El estudio aparece en la edición del 23 al 27 de septiembre de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Muchos de los niños en edad preescolar del país pasan días más largos que sus padres que trabajan, ya que llegan a la escuela a las 6:30 a.m. y los recogen a las 5 p.m., señaló Spencer. "Todos dormimos poco, y el horario de los padres afecta a las horas de sueño de los niños", indicó.
Sin embargo, los niños en edad preescolar, sobre todo los mantenidos por los fondos públicos, son sometidos a la presión de pasar el día entero con lecciones diseñadas para preparar a los estudiantes para los primeros años de la escuela primaria, dijo Spencer.
Comentó que le preocupó escuchar que a los niños en edad preescolar tutelados por el estado ya no se les requería que hicieran la siesta. "Esa decisión no se basó en ningún conocimiento científico", indicó. "Ahora nuestra investigación proporciona una evidencia científica del valor de las siestas para los niños en edad preescolar".
Para realizar el estudio, los investigadores enseñaron a 40 niños de seis jardines de infancia del oeste de Massachusetts un juego de memoria visoespacial por la mañana. Se pidió a los niños que recordaran dónde estaban situados de 9 a 12 imágenes distintas en un cuadro.
Por la tarde, animaron a los niños o bien a dormir una siesta o a seguir despiertos. Las siestas duraron unos 80 minutos. Luego por la tarde y en la mañana siguiente, se hizo una prueba de memoria retardada a los niños de los dos grupos: los que durmieron y los que siguieron despiertos.
Los investigadores hallaron que aunque el rendimiento de los niños fue parecido en la mañana, cuando su capacidad de retención estaba fresca, los niños que no habían hecho una siesta olvidaban significativamente más cosas. Los que habían dormido recordaban un 10 por ciento más que los que habían seguido despiertos. Al día siguiente, los niños que habían hecho una siesta la tarde anterior obtuvieron una mejor puntuación que los que no. Los datos mostraron que un niño no recupera el beneficio de la memoria al dormir por la noche, afirmaron los investigadores.
Para entender mejor si los recuerdos se procesaban activamente durante las siestas, los investigadores llevaron a 14 niños en edad preescolar a un laboratorio del sueño para realizar una polisomnografía, un estudio del sueño que muestra los cambios que se producen en el cerebro. Los niños hicieron la siesta durante aproximadamente unos 70 minutos. Los niños que hicieron la siesta mostraron señales de haber enviado contenidos desde el hipocampo a la memoria a largo plazo.
"Por lo tanto, hubo evidencia de una relación de causalidad entre las señales de que el cerebro está integrando la información nueva y el beneficio obtenido mediante la siesta para la memoria", indicó Spencer.
Un pediatra no relacionado con el estudio afirmó que los hallazgos probaban lo que los médicos han sabido durante años. "Todo el mundo se beneficia de una siesta", afirmó el Dr. Peter Richel, jefe de pediatría del Hospital de Northern Westchester en Mt. Kisco, Nueva York. "Antes de este estudio, sin ningún dato sólido, muchos pediatras han aconsejado la siesta por la salud en general, por un menor número de infecciones estadísticamente hablando, porque se producen menos colapsos emocionales y se vive más feliz".
Sin embargo, algunos padres se resisten a la idea de las siestas, afirmó Richel. "Para los que compran camisetas a sus hijos de tres meses en las que pone 'Yale', esto puede ser difícil de aceptar", afirmó. A los padres de ambos extremos del espectro socioeconómico les puede resultar difícil valorar el descanso dentro de un horario muy ocupado, añadió.
Spencer afirmó que se han de volver a incluir las siestas para los niños en edad preescolar, y desea explorar modos de mejorar la experiencia de la siesta, con habitaciones oscuras y cunas o almohadas cómodas, por ejemplo.
¿La moraleja? "Las siestas no son una pérdida de tiempo", afirmó Spencer.

HealthDay

Desde
Fuente foto:
www.embarazo.taconeras.net 

10 de septiembre de 2013

La personalidad del hijo único. ¿De qué depende?

Las características propias de cada niño, sus habilidades sociales, su comportamiento, su personalidad están determinadas por el ejemplo que le han transmitido sus padres y las personas con quien se rodean, el hecho de no tener hermanos no indica que será un niño lleno de defectos y problemas.

Antes por ejemplo se pensaba que por el mismo hecho de ser hijo único ese niño estaba condenado a ser una persona egoista, caprichosa, solitaria y por lo tanto infeliz de por vida. Sin embargo no existe una regla general para todos los niños que han crecido sin hermanos. Al igual que cualquier niño con hermanos podrian ser egoistas, caprichosos y envidiosos o solidarios, sociables y generosos. La clave está en el modelo familiar que cada niño tiene en su vida.

Su personalidad

No hay nada exacto para medir la personalidad de los hijos únicos. Aunque es verdad que existen ciertos aspectos similares entre ellos, la  personalidad es definida en el transcurso de su vida; moldeada obviamente por sus padres y entorno. Aún así existen estudios científicos que muestran que los hijos únicos pueden mostrarse más ambiciosos, competitivos y conservadores frente a los modelos de crianza impartidos en sus hogares. Además, tienen mejores niveles de autoestima con respecto a otros niños de su edad; gracias a su dedicación, logran sus objetivos con mayor facilidad. Además de ser más exitosos en la escuela y en la Universidad.

La clave de su educación: Los padres

Como mamá de un hijo único procuro siempre que mi hijo se desarrolle en un ambiente tranquilo en casa, que juegue todo lo que sea necesario con niños de su edad y que reciba mucho amor y cariño de la mano con disciplina equilibrada. Estoy muy satisfecha con mi hijo, es un niño cariñoso, muy educado, sociable y muy aplicado en la escuela.

Aún así sabemos que no es fácil criar a un hijo. A menudo nos preguntamos ¿lo estoy haciendo bien?. ¿Voy por el camino correcto?. Muchas veces los padres nos volvemos sobreprotectores, los hacemos el centro de nuestras emociones y de nuestras expectativas, lo que se refleja en muchas exigencias de nuestra parte. Hay que recordar que nuestros hijos son solo niños no adultos pequeños.

Por otra parte cuando los padres se sienten culpables por no darle un hermano se intenta compensar los sentimientos con excesos de todo tipo, de protección, de regalos, de exigencias, etc. Esto sin duda en el futuro nos pasará la factura. Recordemos que la clave está en el equilibrio. Que no les falte nada a nuestros hijos de lo más importante: cariño, amor, educación, alimento y disciplina. Pero que no sobre la protección, los juguetes y regalos dados sin medida, las exigencias y los mimos.

Los padres debemos evitar que nuestros hijos únicos sean el centro de nuestra vida, olvidándonos de nosotros mismos, hasta el punto que descuidemos la relación con nuestra pareja. La disciplina además se da en equipo. Ambos padres deben ponerse de acuerdo al momento de disciplinar. Siempre con amor explicando el porqué del castigo y nunca con rencor y con colera. 

La personalidad de nuestros hijos no dependen de su condición como hijos únicos o con hermanos, su personalidad, su caracter, su manera de ver el mundo lo vamos haciendo juntos. Desde sus primeros años de vida en adelante por eso es importante que como papás y/o mamás les enseñemos más que con palabras con hechos. 

Recuerden que son niños pequeños, que están en formación, aún no tienen la experiencia que tenemos los adultos, no les exigamos más de lo que pueden dar. Valoremos sus esfuerzos y elogiémoslos equilibradamente. Nunca los castigues con colera. Brinda una disciplina basada en el amor y no en el rencor. Puedes dañar su autoestima.


Si procuramos estos consejos lograremos que nuestros hijos únicos crezcan y sean adultos felices. Que no tendrán que reprocharnos nada de lo que hicimos, al contrario nos devolverán incondicionalmente todo el amor que les damos.

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