La imagen de los hijos únicos conforme han pasado los años ha ido cambiando. Desde este blog nos hemos esforzado por difundir la buena imagen con la que gozan hoy en día los hijos únicos. Es cierto que todavía persiste la gente que agobia a más de una madre con aquellos estereótipos cansados que vienen desde el siglo pasado. Sin embargo puedo asegurar que nuestros hijos únicos en un futuro cercano ya no serán señalados como egoistas, mimados, caprichosos, introvertidos y poco sociables solo por el simple hecho de ser hijos únicos.
Hoy se ha descubierto basándose en estudios cientificos que los hijos únicos aunque de hecho se han criado en un ambiente distinto al de niños con hermanos, son tan iguales, normales y con la mismas oportunidades que la de cualquier niño.
¿Qué exactamente ha cambiado en los hijos únicos?.
Ha cambiado su imagen de poco sociable con muy sociable, la imagen de egoista con generoso, inseguro e introvertido con muy seguro y extrovertido. Además de ser considerados como personas que actuan con madurez, creatividad y con una capacidad intelectual superior a los que no se criaron como hijos únicos.
¿De que ha dependido?
No de su condición definitivamente. No se puede generalizar y decir que por el simple hecho de ser hijo único tiene que mostrar solo cualidades positivas, de hecho puede existir la posibilidad de desarrollar conductas negativas. Sin embargo se ha demostrado que el futuro de un niño sea hijo único o tenga hermanos está condicionada a la educación que ha recibido de sus padres, así como a la influencia de su entorno en el que se ha desarrollado.
De ahí que los padres debemos tener cuidado de no cometer los clásicos errores que se asociaban con la crianza de un hijo único, como por ejemplo, la excesiva protección del niño. Lo que ha pasado es que conforme pasan los años, los padres nos informamos mejor y mejoramos el trato con nuestros hijos, por lo tanto los errores que cometian en el pasado criando a hijos únicos, hoy en día ya no se repiten.
Hijo único seguro de si mismo
Esto es una de los aspectos en lo que los hijos únicos han cambiado. Obviamente al estar mucho tiempo con nosotros los padres, los padres tenemos más oportunidades de concentrarnos en sus cualidades y virtudes, les delegamos responsabilidades acorde a su edad y el resultado de todo esto es seres con una buena autoestima y un grado de seguridad en si mismos envidiable.
Hijo único si pero solo no
Porque siempre estará rodeado de gente que lo quiere no podemos jamás etiquetarlos como solos, y los momentos de soledad que tendrán de hecho servirán para avivar su creatividad e imaginación. "Con mi hijo lo he podido comprobar, el casi nunca se aburre porque su mente siempre anda ocupada en algo. Puedo casi asegurar que no cambiará en este aspecto hasta que llegue a ser adulto".
Capacidades intelectuales superiores
Hay estudios cientificos comprobados que afirman que los hijos únicos tienen más oportunidades de desarrollar su intelecto, debido a la exclusiva atención que reciben desde pequeños. De hecho es su característica principal en la actualidad.
Generosos
La atención exclusiva de sus padres, lejos de volverlos egoistas como normalmente se etiqueta a los hijos únicos, podría hacerlos sentir tan satisfechos que les permitiría compartir con mayor facilidad, aún cuando no lo hayan hecho en la infancia.
Si tu hijo no comparte es posible sea producto de su edad, sin embargo con un buen ejemplo y la guia necesaria esta característica ira desapareciendo dejandote a un niño muy generoso y lo digo por experiencia propia como mamá de un hijo único.
Como hemos visto tenemos muchas razones para estar tranquilas criando adecuadamente a nuestros hijos. Los mitos que hacian referencia a los hijos únicos no son más que eso, simples mitos. El futuro de nuestros hijos lo estamos escribiendo juntos, nada esta dicho aún. Los buenos resultados los veremos poco a poco.
Recuerda que si no tenemos cuidado nuestros hijos únicos también pueden desarrollar características negativas como la manipulación, el creerse el rey de la casa al que tienen que cumplirle hasta el más mínimo deseo y ser poco sociables si no le damos la oportunidad de jugar e interactuar con sus pares.
La clave está en la forma de crianza.