NIÑOS CON PIE PLANO

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Los especialistas afirman que hasta los tres años de edad el pie plano es normal y nada se debe hacer al respecto, salvo dejar al niño caminar descalzo y comprar zapatos adecuados. Aquellos que son de material sintético, poco flexibles y con la suela muy gruesa, están definitivamente contraindicados. Recuerde que los zapatos son un implemento de protección y no de tortura.

El pie plano es una afección común. Se debe saber que en bebés recién nacidos y niños que están comenzando a caminar, el arco plantar aún no ha terminado de desarrollarse, por lo que en la primera etapa de la vida el pie plano es absolutamente normal.

El pie plano es la causa más frecuente de consulta por problemas de los pies y si bien se debe controlar y vigilar de cerca el crecimiento de los hijos, no se debe dramatizar respecto de este tema.

Oscar Toro, cirujano ortopédico, traumatólogo, especialista en rehabilitación infantil y vicepresidente de la Sociedad de Cirugía Ortopédica y Traumatología Cochabamba, asegura que recién a partir de los tres años de edad se puede diagnosticar esta condición. Sin embargo, suele ser común que antes de esa edad se diagnostique pie plano. Lamentablemente un diagnóstico erróneo y antes de tiempo puede llevar a que se acuda a tratamientos innecesarios o a que los padres adquieran zapatos “ortopédicos” que suelen ser muy duros, torturando e incomodando el pie de niño.

“Es muy común ver en nuestro medio a niños que apenas están comenzando a caminar y ya utilizan zapatos duros, sintéticos y con la suela gruesa. La elección de un zapato adecuado es fundamental. De hecho, cuando el niño está dando sus primeros pasos se recomienda que camine descalzo. Después poco a poco debe utilizar zapatos suaves, inclusive de tela y posteriormente de cuero pero siempre deben ser blandos”, dice el especialista.

Se debe tomar en cuenta que los pies son los cimientos del cuerpo humano, por tanto los defectos que se presenten en ellos no sólo afectan a los mismos, sino que pueden ocasionar problemas en rodillas, caderas, e inclusive en la espalda. El uso de un mal zapato en los primeros años de vida puede ocasionar problemas posteriores. Por ello, es fundamental tomar muy en serio la elección de los zapatos en función a la edad del niño.

DIAGNÓSTICO DEL PIE PLANO

La deformidad se aprecia a partir de los tres años cuando el niño ya está caminando. Tras un exhaustivo examen el médico especialista podrá comprobar verdaderamente si el paciente tiene o no pie plano. Si se consigue el arco plantar cuando el niño se apoya sobre los dedos de los pies, entonces se dice que el pie es normal y no es necesario realizar un seguimiento posterior.

“Los estudios radiográficos en el pie plano no son necesarios, sólo se requieren cuando existe una duda diagnóstica. Sin embargo y por lo general, el especialista simplemente realiza un examen en el que suele ver: ausencia del arco plantar, dolor en los pies que también puede localizarse en las piernas y a veces en la espalda, una inclinación del talón lejos de la línea media del cuerpo y frecuentes caídas al caminar o correr en el niño”, dice el especialista.

Una gran mayoría de niños antes de los tres años son llevados a consulta por pie plano. El motivo de la consulta es la preocupación de los papás por la ausencia del arco plantar. Recién una vez que el niño haya cumplido los tres años de edad, se recomienda como examen de rutina acudir con un especialista para determinar si verdaderamente existe esta afección o no.

Después de la edad mencionada, los padres deben prestar atención a si su hijo comienza a caminar en forma extraña, cómo se comporta durante caminatas prolongadas, si experimenta dolor o cansancio durante actividades cotidianas o si el zapato está visiblemente más gastado de un solo lado.

¿QUÉ TIPO DE ZAPATO SE DEBE UTILIZAR EN LA NIÑEZ?

El lactante no necesita zapatos; lo único que requiere es tener los pies bien abrigados, y esto se consigue con calcetines o zapatos de lana. Si insiste en ponerle zapatos, deben ser totalmente blandos y flexibles para permitir el movimiento libre del pie.

“Hasta los ocho meses el bebé esta acostado la mayor parte del tiempo, por lo que es aconsejable que permanezca descalzo; a partir de los nueves meses bebé debe estar en andador siempre que las cabezas femorales estén osificadas. Luego cuando el niño necesite utilizar zapatos, estos deben ofrecer comodidad, por ello se recomienda que exista un espacio suficiente para mover los dedos y extenderlos (por lo menos un centímetro entre la punta del zapato y el dedo más grande del pie)”, dice Toro.

Los zapatos deben ser blandos y de cuero. Los sintéticos, duros y con la suela muy gruesa no son buenos.

Por otro lado, otro aspecto a tomar en cuenta es que los bebés y niños transpiran más que los adultos, pero ésta es una condición normal que a medida que crecen va desapareciendo. Sólo en raras ocasiones una transpiración excesiva es síntoma de enfermedad.

“Los zapatos deben ser de cuero y tener pequeños poros u orificios para que los pies reciban una ventilación suficiente que permita la evaporación de la humedad, ya que de lo contrario se presentan otros problemas como mal olor o aparición de hongos”, explica.

Muchas de las molestias y dolencias comunes en los pies se relacionan con el tipo de zapato que se utiliza, por ello se requiere cuidado y paciencia para encontrar un par que se ajuste perfectamente al tamaño y la forma de cada pie.

Por otro lado, para evitar una presión excesiva sobre los dedos no se aconseja el uso del tacón alto, especialmente en niñas que desde temprana edad son llevadas a seguir las tendencias de la moda femenina. Además debe ser liviano para evitar un gasto de energía innecesario”, dice el especialista.

¿QUÉ HAY DE LOS ZAPATOS ORTOPÉDICOS Y PLANTILLAS?

Cuando es evidente el pie plano se ha comprobado a lo largo de los años que es poco probable que los zapatos ortopédicos contribuyan efectivamente a mejorar el arco plantar.

“Suele ser frecuente en nuestro medio que los padres, ante la simple suposición de que su niño tiene pie plano, recurran a comprar los “famosos zapatos ortopédicos” que están en tiendas ambulatorias. Realmente esto no es aconsejable. ¿De cómo saben que la prominencia o elevación que trae el zapato va a estar justo en el arco plantar del pie? y si esta elevación resulta estar más adelante o más atrás sólo se consigue lastimar el pie del niño”, explica Toro.

Por otro lado, el especialista asegura que el uso de plantillas en el pie plano sí es aconsejable pero deben ser muy bien controladas cada dos meses. El especialista es quien derivará al paciente con un ortéfico quien confeccionará adecuadamente las plantillas que por lo general son semiduras y cambiables (es decir las que no vienen incorporadas al zapato).

TRATAMIENTO

Andar descalzo en arena obviamente sin piedras puede facilitar la formación de los arcos durante la niñez. Por lo general, los tratamientos se limitan a ejercicios adecuados para el caso y al uso de zapatos de calidad y plantillas hechas a medida para cada paciente como ya se mencionó anteriormente.

“Cuando el pie plano valgo, que es aquel en el que el talón se desvía hacia afuera presenta síntomas persistentes, puede llegar a considerarse el tratamiento quirúrgico. Existen varias técnicas o procedimientos quirúrgicos muy utilizados hoy en día. En el Hospital Obrero de la Caja Nacional de Salud tenemos bastante experiencia con estas técnicas quirúrgicas y con resultados satisfactorios”, concluye Toro.

Recuerde que esta información sólo sirve de apoyo, cualquier duda consulte con un especialista.

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*La información ha sido tomada del enlace mencionado.