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19 de abril de 2013

La base científica de porqué el bebé se calma al tomarlo en brazos

El mejor lugar para un bebé que está llorando sin duda son los brazos de su madre, sugieren unos investigadores.

Cuando las madres cogen a los bebés inquietos en sus brazos, ellos experimentan una reacción calmante automática, aseguraron.

Este efecto evolucionario, visto tanto en los ratones como en las personas, refleja un conjunto coordinado de regulaciones centrales, motoras y cardiacas, según el estudio, que aparece en la edición del 18 de abril de la revista Current Biology.

También podría ayudar a explicar porqué los bebés que están calmados comienzan a llorar inmediatamente dejan de tenerlos en brazos. Este conocimiento podría ayudar a aliviar la frustración de los padres, y a prevenir el abuso infantil, aseguraron los investigadores.

"Desde los humanos hasta los ratones, los bebés mamíferos se calman y relajan cuando sus madres los cargan", aseguró en un comunicado de prensa de la revista Kumi Kuroda, del Instituto de Ciencias Cerebrales RIKEN en Saitama, Japón. "Esta respuesta infantil reduce el esfuerzo que la madre siente al llevar al bebé en brazos, y es beneficiosa tanto para la madre como para el bebé".

Cuando los bebés están en brazos de sus madres, tienen más probabilidades de sobrevivir, señalaron los investigadores. Mientras tanto, las madres prefieren mantener a sus bebés calmados y relajados. Es una situación beneficiosa para ambos, enfatizaron los investigadores.

Kuroda notó la misma respuesta calmante en los ratones de su laboratorio. "Cuando agarraba a las crías por la piel de la espalda, suave y rápidamente como hacían sus madres, inmediatamente dejaban de moverse y se hacían compactas. Parecían estar relajadas, pero no totalmente flácidas, y mantenían las extremidades flexionadas", comentó. "Esta respuesta calmante en los ratones parecía similar a la calma que experimentan los bebés humanos cuando sus madres los cogen".

Al estudiar la respuesta de los bebés humanos cuando sus madres los cargan, los investigadores hallaron que sus frecuencias cardiacas se hacían más lentas de inmediato cuando sus madres los cogían en brazos. También dejaban de moverse. Usando unos minúsculos electrodos cardiacos, se halló la misma respuesta en los ratones. También se detuvieron los llantos ultrasónicos de las crías de ratón.

Los autores del estudio dijeron que ciertas áreas del cerebro y del sistema nervioso son esenciales para coordinar esta respuesta al ser cogido en brazos.

Los hallazgos son muy relevantes para la crianza, y podrían desempeñar un rol en el desarrollo de estrategias para prevenir el abuso infantil, plantearon los investigadores. Comprender el llanto desde la perspectiva del bebé podría aliviar la frustración, dijeron. Cuando los padres se sienten menos frustrados, es menos probable que haya abuso infantil.

"Una comprensión científica de esta respuesta infantil evitará que los padres malinterpreten el reinicio del llanto como la intención del bebé por controlar a los padres, como sugieren algunas teorías de la crianza, como el tipo de estrategia de dejar que el bebé deje de llorar solo", apuntó Kuroda. "En lugar de eso, se debe interpretar este fenómeno como una consecuencia natural de los sistemas sensoriomotores del bebé".



HealthDay
Via
MedlinePlus

18 de abril de 2013

La decisión de tener un solo hijo

En las últimas décadas el paradigma de familia ha cambiado. Las clásicas familias numerosas cada vez son menos y es muy probable que alguna de tus amigas también tenga un solo hijo.

Lo cierto es que a pesar de que esto se esté volviendo muy popular, todavía se sigue juzgando las decisiones tomadas por voluntad propia en lo que respecta a la maternidad. Tal parece "el mundo" quiere imponernos que el modelo ideal de familia son de dos hijos a más y como ya lo hemos dicho antes, jamás uno solo o ninguno.

Sin embargo las decisiones de las mujeres sobre el tener hijos o no, les pertenece solo a ellas. Lo mismo tiene que ver con la decisión de muchas de optar por un solo hijo. Nadie debería juzgar el número de hijos que se va a tener. Lo cierto es que aún muchas nos sentimos juzgadas, criticadas y mal vistas.

Es un poco diferente en el caso de las mujeres que por circunstancias ajenas a su voluntad tienen solamente un hijo. A ellas no se las juzga o critica, a ellas se las compadece. ¡¡Que gran error!!. La gente no se da cuenta que con sus comentarios pueden estar sumiendo en la frustración y/o depresión a muchas madres que se imaginaban con muchos hijos y que la vida les ha regalado la oportunidad de ser madres de uno solo. Decimos todo esto porque nos escriben muchas lectoras de todas partes del mundo con sentimientos muy negativos y muy influenciadas obviamente por su entorno más cercano.

Si vives con tu pareja la decisión de tener un solo hijo debe ser tomada por ambos. Nunca llegarán a buen puerto si cada uno quiere por su lado.
Además los expertos advierten claramente una cosa: que una vez que se toma la decisión de no procrear más, hay que vivir con ella y estar dispuestos a enfrentarlo. Pueden llegar dudas de repente, nos pasó a todas en algún momento. Sin embargo nunca tomemos decisiones sin pensar. Nuestro corazón debe ponerse de acuerdo con nuestra razón, cuando eso suceda tomaremos la decisión correcta. Es decir tener un hijo más, o no.

Como padres de hijos únicos no debemos caer en el error de intentar compensar la ausencia de un hermano con cosas materiales o darles atención en exceso. Es preferible darles las oportunidades para interactuar con otros niños de su edad y sin son familiares como primos, es mejor.

Se habla mucho de que los padres de hijos únicos somos sobreprotectores, pero yo creo que eso es muy relativo. Ese riesgo siempre está ahí, para cualquier papá o mamá. No importa cuantos hijos tengamos, uno, dos o tres todos podemos cometer errores. Por lo tanto no debemos establecer diferencias, ni permitir que nos impongan etiquetas.

Tener un solo hijo no debe verse como algo malo jamás!. Para ser madres nos basta con uno. La decisión de una mujer de tener un solo hijo debe ser respetada al igual como la decisión de no tener hijos, o tener más de dos. Ya es tiempo de que el mundo lo entienda y no se nos juzgue equivocadamente.

No somos egoistas por nuestras decisiones en lo que a maternidad se refiere. Tener un hijo es una cuestión de amor y responsabilidad. La felicidad de la familia no tiene nada que ver con el número de integrantes. Se supone que así debería ser...





5 de abril de 2013

¿Cuál es el mejor tratamiento para niños preescolares con TDAH?

Los padres de preescolares en riesgo de desarrollar el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) deberían probar primero con el entrenamiento conductual antes de acceder a que se medique a sus hijos.

Un equipo halló que los fármacos mejoraban las conductas de los niños pequeños, pero que les elevaban las posibilidades de padecer trastornos del ánimo y el crecimiento. En cambio, el entrenamiento de los padres para comprender las necesidades de sus hijos logró lo mismo sin efectos secundarios.

"El entrenamiento también ayuda a los padres a sentirse más confiados", dijo la doctora Alison Charach, autora principal del estudio del Hospital para Niños Enfermos de Toronto.

A los niños con TDAH les cuesta prestar atención, son olvidadizos y se distraen fácilmente hasta el punto de tener problemas en la escuela, el hogar y con sus amigos.

Un análisis reciente que realizó el diario The New York Times de las cifras de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por su sigla en inglés) mostró que al 11 por ciento de los escolares estadounidenses se les diagnosticó el TDAH.

Aunque es difícil diagnosticarlo en los menores de 6 años, Charach consideró importante empezar a orientar a los niños con conductas disruptivas, incluido el TDAH.

"Intervenir inmediatamente a esa edad, mejora la perspectiva de los niños en la niñez y la adolescencia", dijo la especialista.

Pero, en la revista Pediatrics, el equipo de Charach publica que falta información sobre la efectividad del entrenamiento conductual versus el fármaco más usado, el metilfenidato (Ritalina).

Los autores analizaron 55 estudios publicados entre 1980 y el 2011 sobre distintos tratamientos en preescolares con riesgo de padecer TDAH. Identificaron ocho estudios "buenos" sobre el entrenamiento conductual, que consta de 10-12 sesiones para los padres.

"Lo más importante es ayudarlos a comprender a sus hijos y leer sus necesidades", dijo la autora.

Un solo estudio había evaluado el uso de Ritalina en preescolares y había identificado una mejoría conductual similar, pero con riesgo de efectos adversos, como irritabilidad y retraso del crecimiento.

"Los niños a esa edad son más sensibles a los efectos secundarios de la Ritalina", indicó Charach.

Aunque fue difícil comparar la efectividad del entrenamiento conductual y la Ritalina, el equipo llegó a la conclusión de que existen más pruebas de que el entrenamiento es efectivo en edad preescolar.

Thomas Power, director del Centro para el Manejo del TDAH del Hospital de Niños de Filadelfia, dijo que hay muchos casos en los que las sesiones no dan resultado y hay que optar por los fármacos.

Pero, en general, Power, que no participó del estudio, coincidió con los resultados.

"Con el TDAH y los trastornos asociados en edad preescolar y el jardín de infantes, conviene comenzar con el entrenamiento conductual", indicó.

Charach recordó que estudios previos habían demostrado que los padres deben completar el entrenamiento. "Si asisten sólo a la mitad de las sesiones, no obtienen demasiado beneficio", aclaró.

El doctor William Barbaresi, del Hospital de Niños de Boston, señaló también la dificultad para encontrar sitios donde ofrezcan esas sesiones.

La Asociación Estadounidense de Pediatría recomienda que los médicos evalúen a los niños entre los 4 y 18 años si tienen problemas de rendimiento escolar o trastornos conductuales y aconseja utilizar la terapia conductual en niños de 4 y 5 años, y los medicamentos con aprobación de la FDA a partir de los 6 años.


 
FUENTE: Pediatrics, online 1 de abril del 2013

Reuters Health

26 de marzo de 2013

De regreso al blog

Alguna lectora que me sigue de seguro se dio cuenta de que hace días que no publicaba nada en el blog. He estado completamente desconectada de él por problemas de salud. Quien quiera saber los detalles se los cuento en privado ok? por aqui no. :)

Pero bueno quiero comunicar que de ahora en adelante seguiré publicando. Realmente le tengo mucho cariño al blog para dejarlo y aunque la verdad tengo muchas cosas pendientes que hacer en mi día a día, he decidido no cerrarlo y seguir con todo este ritmo.

Lo que si debo reconocer es que NO SOY una "super mamá bloguera" como una amiga me lo dijo alguna vez. Tengo mis limites, lo he podido comprobar en esta oportunidad, el cuerpo te dice hasta aqui, no sigas más que no eres la "mujer maravilla"!!. Ok. Ya lo entendí.

Cuando me volvi a conectar luego de más de dos semanas encontré 158 emails sin leer. Dios!! casi me aloco. Pero bueno estoy aprendiendo a tomar las cosas con calma. He borrado algunos, menos los de mis seguidores y lectores a quienes ire contestando poco a poco. Estoy publicando aún algunos comentarios del blog y bueno ire retomando el ritmo esta vez con calma.

Pronto leeran las clasicas noticias de salud infantil, los temas de crianza que tanto nos interesan y por supuesto todo lo relacionado a los hijos únicos.

Estamos de vuelta, es lo importante.

Saludos a todos los que me leen!! 

6 de marzo de 2013

Patrones de crecimiento en los niños según la OMS

Aquí encontrarán los patrones internacionales de crecimiento infantil para los niños de hasta cinco años de edad. Estos estándares fueron desarrollados utilizando los datos recolectados en el estudio multicéntrico sobre el patrón de crecimiento de la OMS (Organización Mundial de Salud).
Los nuevos patrones de crecimiento infantil de la OMS tienen validez mundial. Su finalidad es vigilar el crecimiento de todos los niños en todo el mundo, con independencia de su etnia, nivel socioeconómico y tipo de alimentación. 
Esperemos te sirvan solo de guia para conocer el crecimiento de tu hijo. Recuerda que es el Pediatra quien te puede dar datos exactos al respecto.
Puntuacion Z:

- Peso para la estatura de las niñas de 2 a 5 años: Ver tabla 

- Peso para la estatura de los niños de 2 a 5 años : Ver tabla 

- Longitud para la edad de las niñas de 6 meses a 2 años: Ver tabla 

- Estatura para la edad de las niñas de 2 a 5 años: Ver tabla

- Longitud para la edad de los niños de 0 a 2 años: Ver tabla 

- Estatura para la edad de los niños de 2 a 5 años: Ver tabla

PERCENTILES:

- Peso para la estatura de las niñas de 2 a 5 años: Ver tabla 

- Peso para la estatura de los niños de 2 a 5 años: Ver tabla

TABLAS DE PESO Y TALLA SEGUN LA OMS 

Según el peso y la altura:

Niñas de 2 a 5 años: Ver tabla 
Niños de 2 a 5 años: Ver tabla 

La curva de peso para la longitud/talla: 

El peso para la longitud/talla refleja el peso corporal en proporción al crecimiento alcanzado en longitud o talla. Este indicador es especialmente útil en situaciones en las que la edad de los niños es desconocida. 

La curva peso para la longitud o talla ayuda a identificar niños con bajo peso para la talla que pueden estar emaciados. Usualmente la emaciación es causada por una enfermedad reciente o falta de alimentos que resulta en una pérdida aguda y severa de peso, si bien la desnutrición y enfermedades crónicas pueden también causar emaciación. Estas curvas sirven también para identificar niños con peso para la longitud/talla elevado que pueden estar en riesgo de presentar sobrepeso u obesidad. 

Más información sobre como interpretar las tablas : Aquí
Ver tablas de peso y talla en niños: Aqui


Via:


20 de febrero de 2013

Para bien o para mal : La televisión sí influye en nuestros hijos

Dos recientes estudios sugieren que la televisión ejerce una profunda influencia en nuestros hijos.

Efectivamente dos investigaciones cientificas, una en Estados Unidos y otra de Nueva Zelanda, echan más leña al fuego en relación a las quejas, que vienen de lejos, de que ver la televisión, sobre todo escenas violentas, puede ser perjudicial para los niños.

Cada estudio ofrece un punto de vista diferente sobre el efecto de la televisión en los niños. Por ejemplo:

El estudio realizado en Nueva Zelanda, contó con un grupo de niños entre los que, al crecer, se produjo un gran número de casos de condenas por causa criminal y hallaron que los que habían visto durante más tiempo la televisión fueron los que tuvieron más problemas.

En el caso del estudio estadounidense, informó que los niños en edad preescolar a los que aleatoriamente se les pidió que vieran programas educativos y "prosociales", aparentemente tuvieron una mejor conducta conforme pasó el tiempo que los niños que vieron la programación normal.

"No se trata solo de las malas conductas que adoptan al ver la televisión. También pueden adoptar buenas conductas", afirmó el autor del estudio de EE. UU., el Dr. Dimitri Christakis, director del Centro de Salud, Conducta y Desarrollo Infantiles del Instituto de Investigación Pediátrica de Seattle.

Por varias razones, los investigadores tuvieron dificultades para comprender si la televisión es realmente perjudicial para los niños. Si los niños ven muchos contenidos violentos en la televisión y luego se portan mal o se vuelven violentos, podría deberse a que se sienten atraídos de forma natural a ese tipo de programación y no a que estén directamente influidos por ella, afirmaron los expertos. O puede que fuera otra cosa, como la crianza recibida o la genética, lo que podría servir para explicarlo.

El estudio de Nueva Zelanda realizó un seguimiento a 1,037 niños hasta la edad adulta (26 años de edad) para ver cómo les había ido. Nacieron entre 1972 y 1973 en Dunedin en South Island, Nueva Zelanda.

Los investigadores hallaron que aquellos que vieron la televisión durante más tiempo cuando tenían entre 5 y 15 años de edad, al crecer tuvieron una probabilidad mayor de ser condenados por causa criminal o de tener un trastorno antisocial de la personalidad. El estudio no prueba de forma definitiva que ver la televisión fuera la causa de la conducta criminal o agresiva, pero los investigadores hallaron que otros factores (entre los que se incluyeron los niveles de pobreza y el coeficiente intelectual) no influyeron.

"Los hallazgos respaldan muchos otros trabajos de investigación que indican que ver mucho la televisión en la infancia puede conducir a conductas antisociales problemáticas más adelante", afirmó el coautor del estudio, el Dr. Bob Hancox, profesor asociado en el departamento de medicina preventiva y social en la Universidad de Otago en Dunedin.

El estudio no es habitual porque el 27 por ciento de los chicos fueron condenados por causa criminal para cuando tenían 26 años, y un notable 19 por ciento de ellos lo fueron por un crimen con violencia. Sin embargo, Hancox afirmó que los investigadores no pensaban que esas cifras fueran especialmente altas.

Los autores del estudio no saben si el contenido televisivo que vieron los niños fue especialmente violento; solo había dos canales en el país en aquel momento, y muchos programas eran de otros países, comentó Hancox. "No podemos afirmar a partir de nuestro estudio si lo más importante es el contenido violento o simplemente el hecho de ver la televisión", añadió.

En el estudio de EE. UU., los investigadores de Seattle analizaron lo que pasó con 565 niños de 3 a 5 años de edad a los que aleatoriamente se les pidió que vieran programas normales en televisión o programas educativos y "prosociales". Básicamente, la idea era cambiar programas como los "Power Rangers" por otros como "Mister Rogers' Neighborhood", señaló Christakis.

Después de seis meses, los que habían visto la programación educativa obtuvieron una mejor puntuación en una prueba de "competencia y conducta sociales" que rellenaron sus padres.

No queda claro si esa diferencia de puntuación quedó reflejada en la vida real de los niños. No obstante, las pruebas estaban encaminadas a examinar si los niños eran cooperadores, no agresivos y si no discutían.

Christakis comentó que estos rasgos no indican que los niños sean dóciles. "Para mí, son rasgos deseables", señaló.

El gran mensaje es que el tipo de contenidos televisivos que ven los niños importa, añadió.
"Toda la televisión es educativa. Simplemente es una cuestión de qué es lo que se enseña", afirmó Christakis.

En un editorial acompañante a los estudios, que se serán publicados en la edición de marzo de la revista Pediatrics, la Dra. Claire McCarthy del Hospital Infantil de Boston y la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, se hizo eco de esa idea.

Reiterando la recomendación que la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) viene haciendo desde hace mucho tiempo de limitar el tiempo que los niños ven la televisión a no más de dos horas al día, "ha llegado el momento de que cambiemos nuestro enfoque", afirmó.

McCarthy explicó que "necesitamos poner el énfasis en los resultados y no en el tiempo delante de la pantalla, porque lo que importa son los resultados... Es una variante de la idea de 'si no puedes con el enemigo, únete a él'. Si las pantallas van a seguir encendidas, centrémonos en el contenido y de qué manera podemos hacer que favorezcan a los niños".

HealthDay

Via:

15 de febrero de 2013

¿Qué tipo de elogio debo darle a mi hijo?

Decirle a sus hijos pequeños que son listos quizás no sea tan inteligente.

Un estudio reciente halló que probablemente no sea útil que los padres llenen a sus hijos de comentarios con la finalidad de fomentar la autoestima. En lugar de ello, el tipo adecuado de elogios y estímulo podría ayudar a los niños a estar más abiertos al cambio y deseosos de hacer las tareas más difíciles que proveen oportunidades de aprendizaje.

La investigación sugiere que los niños pequeños cuyos padres les dicen regularmente cosas como "te esforzaste mucho en eso" en lugar de "qué maravilloso" podrían tener una ventaja incluso apenas cinco años después cuando tienen que asumir desafíos. Ese tipo de elogios de parte de los padres desde temprano puede afectar la forma en que los niños evalúan sus capacidades, señalaron los investigadores.

"Decirle a los niños que son inteligentes en lugar de alabar los pasos positivos que toman para resolver un problema mientras juegan puede hacer que cuestionen su inteligencia cuando se topen con algo que les resulte más difícil", señaló la autora del estudio Elizabeth Gunderson, profesora asistente del departamento de psicología de la Universidad de Temple, en Filadelfia.

Gunderson dijo que los padres tienden a establecer uno de dos "estilos de elogio" muy pronto, uno que se enfoca en lo que el niño hace, o uno que se enfoca en sus características personales. Entonces, mientras quizás un padre diga algo como "persististe hasta que la pieza del rompecabezas encajó", otro podría decir instintivamente "eres bueno para esas cosas".

Enfocarse en el proceso o actividad (en este caso, hallar la pieza correcta del rompecabezas) comunica que el esfuerzo y las acciones pueden llevar al éxito. Enfocarse en las características del niño parece transmitir inintencionadamente que su capacidad es inalterable, explicó.

A pesar de cualquier diferencia en el estilo natural de los padres, se les puede enseñar a suministrar elogios más orientados en el proceso, aseguró Gunderson. "Esta investigación definitivamente ha influido sobre lo que hago con mi hijo de un año", añadió.

Para el estudio, que aparece en la edición del 12 de febrero de la revista Child Development, los investigadores grabaron en video a 53 niños pequeños y a sus padres mientras interactuaban en casa durante 90 minutos. Se dijo a los padres que estaban participando en un estudio sobre el desarrollo del lenguaje en los niños, para evitar que se concentraran específicamente en lo que les decían.

Se analizaron los casos en que los padres alababan a los niños en las cintas, según enfatizaran las estrategias, el esfuerzo y la acción o las cualidades positivas del niño. Los investigadores notaron factores como la raza, la etnia y el nivel de ingresos de los padres para ayudar a asegurar que los resultados del estudio no se vieran afectados por esos datos. No evaluaron ni controlaron por el nivel de inteligencia del niño.

Entonces, cinco años más tarde, cuando los niños tenían unos 7 u 8 años, los investigadores dieron seguimiento a las mismas familias, y evaluaron si los niños parecían preferir las tareas fáciles o las desafiantes, y si se frustraban con facilidad cuando se topaban con alguna dificultad.

En las situaciones en que los padres tendían a alabar las acciones más que las características de los niños, los niños reportaron tener actitudes más positivas sobre los desafíos, tenían una mayor capacidad de encontrar formas de vencer los obstáculos, y creían que podían mejorar mediante el trabajo arduo. El estudio también halló que la cantidad total de elogios no afectaba las respuestas de los niños.

Los investigadores descubrieron una diferencia sexual relacionada con el estilo de elogio de los padres. Aunque los niños de ambos sexos recibían más o menos la misma cantidad de elogios en general, los chicos tendían a recibir más elogios por el proceso que las chicas. Cinco años más tarde, en promedio los chicos se sentían más cómodos al enfrentarse a desafíos intelectuales y eran más propensos a pensar que podían hacerse más inteligentes a través del trabajo arduo que las chicas.

Jean Twenge, profesora de psicología de la Universidad Estatal de San Diego, dijo que el estudio ayuda a hacer la distinción que los padres necesitan entre comunicar a los niños que pueden lograr algo y simplemente aumentar su autoestima. "Significa reforzarle a los niños que son capaces de hacer algo", apuntó Twenge.

Aunque Twenge dijo que cree que los investigadores realizaron un buen trabajo al controlar las variables externas, anotó que es imposible medir todo en este tipo de investigación, que se conoce como "estudio correlacional". También anotó que en cualquier momento en que los padres están siendo observados y filmados, sus acciones y comentarios quizás no reflejen lo que harían si no los observaran ni filmaran. Pero señaló que el nuevo estudio es "un buen complemento para los datos experimentales previos".

El estudio, aunque no se relaciona directamente con la autoestima, ilumina por qué dar a los niños mensajes positivos sin consideración no es efectivo, aseguró Twenge. "La autoestima en sí no lleva a cosas buenas, como unas buenas calificaciones o la prevención de la mala conducta", advirtió. "Es mejor enfocarse en la autoeficacia, o sea pensar que uno es capaz de hacer algo, y en el autocontrol. Ese tipo de elogios, que se enfoca en la acción, apunta en esa dirección".

La moraleja para los padres en realidad es bastante simple, aseguró Gunderson, autora del estudio. "Realmente se trata de fomentar una mentalidad de que el desafío y el esfuerzo son buenos, y que siempre se puede mejorar si se trabaja arduamente".

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

Via MedlinePlus

7 de febrero de 2013

¿Es malo que mi hijo se chupe el dedo pulgar?

Chuparse el dedo es un hábito que suele considerarse normal durante el primer año de vida. Es posible que al terminar el ciclo de lactancia materna el chupón o chupete pase a ser el que intente suplir ese estímulo placentero que siente el bebé y sucede lo mismo cuando deja el chupete, el dedo pulgar pasa a ser lo que lo tranquiliza finalmente.

Sin embargo es necesario que después del año se vigile la succión del dedo pulgar porque ya no estariamos hablando de un reflejo de succión sino más bien de una necesidad ante el miedo o inseguridad.

¿Por que procurar quitar este mal hábito?

Si ya tu hijo ha pasado de un año de edad y notas que los episodios de succión van en aumento es hora de ayudarlo a dejar este hábito.  De lo contrario con el tiempo alrededor de los 4 años pueden originarse problemas en el crecimiento facial y de los dientes.

Además de la deformación de los dientes y el paladar, este mal hábito si no se elimina a una cierta edad, puede llegar a convertirse en perjudicial para el desarrollo físico, emocional y social de nuestro hijo.

En el aspecto fisico no olvidemos lo de la deformidad de los dedos con hiper extensión de los mismos, la formación de callos e infecciones alrededor de las uñas.

Si este hábito no se lograr corregir a tiempo puede ser dificil de eliminar. Conozco un caso de un joven ya adulto que mantiene este mal hábito al dormir. Además de todos los problemas fisicos que ocasiona, en el aspecto psicológico y social de hecho se ve afectado, pues la sociedad lo ve como algo inaceptable.

¿Cómo darle ayuda al tiempo apropiado?

Si tu niño ya paso el año y persiste en el hábito no lo regañes, ni le quites el dedo bruscamente de la boca, tal acción aumenta la tensión. Es mejor que empiezes distrayendo su atención y darle algún juego en el que emplee las manos. Pueden ser bloques lego, rompecabezas o cualquier juego que cumpla esta función de acuerdo a su edad.

Si tu niño ya tiene suficiente edad (alrededor de los 4 ó 5 años) para comprender bien tus explicaciones, enséñale las consecuencias para sus manos y dientes si persiste con esta mala costumbre. Además de todos los germenes que puede llevarse a la boca como resultado de continuar chupándose el dedo.

Si el niño se chupa el dedo solo para dormir puede denotar cierto miedo o inseguridad. Una manera de ayudarlo es regalándole un peluchito o muñequito que le servirá de consuelo a la hora de dormir. Es posible su nuevo amiguito le de la seguridad que encontraba al chuparse el dedo pulgar.

Algunos padres han colocado tiritas especiales en el dedo pulgar con sus personajes favoritos a modo de recordatorio de lo que no debe hacer. Por supuesto si el niño no lo desea es mejor no imponérselo.

Además puedes recurrir al fluido amargo que venden en las farmacias del que se usa también para los niños que se muerden las uñas. Explícale que no es un castigo sino una manera de recordarle que no debe meterse el dedo en la boca.

Recomendaciones finales:

- No gritarle, no regañarlos, ni mucho menos castigarlos. Al contrario elógielo cuando lo veas por un buen rato sin chuparse el dedo.

- LLevarlo al dentista para una revisión de los dientes y encias. Así como también al logópeda si ves que tiene problemas de lenguaje.

- No es recomendable empezar a quitarle el mal hábito cuando tu hijo este pasando por un momento dificil o de tensión como el inicio del año escolar, el nacimiento de un hermanito, separación de los padres, etc.

- Procurar que no mire demasiada TV. si identificamos que este es el estímulo que lo lleva a chuparse el dedo.

Y sobre todo nuestra última recomendación es que con amor, paciencia y buen humor tú y tu hijo de seguro pueden vencer a cualquier mal hábito.

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