11 de febrero de 2010

CHINA: ORIGINAL TRADICION PARA LOS HIJOS UNICOS

Una encantadora tradición china asociada al Festival de la Primavera se está convirtiendo en una puja.

Para Luo Xiao, una empleada de banca de Hangzhou, en Zhejiang, ésta ha sido siempre una época agridulce. Por un lado, está encantada de recibir la sustanciosa paga extra, pero sabe que una buena parte de ese dinero irá a parar a los hongbaos o sobres rojos que los chinos entregan como regalo a los hijos de amigos y familiares en estas fiestas.
Este año, Luo se ha puesto de acuerdo con sus amigos y familiares para limitar el contenido de cada sobre a un máximo de 200 yuanes (29 dólares).

“En años anteriores, mi hijo recibía al menos 500 yuanes, a veces incluso 1.000 por cada sobre, una gran carga, porque nos sentíamos obligados a devolver el mismo valor en los sobres de nuestros sobrinos y de los hijos de nuestros amigos”, explica Luo.

“Inflar los sobres lleva a menudo a comparaciones y envidias entre los niños cuando vuelven al colegio tras las vacaciones de Primavera”.

Mucha gente cree que sería mejor poner fin a la costumbre de los sobres rojos, pero Luo cree que es parte de la tradición china y que constituye una expresión de afecto.

“Le he dicho a mi hijo que el sobre rojo, sin importar cuánto dinero contiene, es una muestra del amor de quien lo da y merece gratitud”, dice.

Su preocupación por la cantidad de los sobres refleja la actitud de muchos padres en las ciudades chinas que temen que sus hijos únicos, criados acomodadamente, tomen el dinero como algo fácil y que puede gastarse despreocupadamente. Muchos se dan cuenta de lo importante que es enseñar a sus hijos el valor del dinero.

Wu Hao, un hombre de negocios pekinés, dice que tiene muy buenos recuerdos de su niñez, cuando él y sus hermanos ponían los sobres rojos bajo la almohada y soñaban con los dulces y juguetes que comprarían con ese dinero.

“Es la memoria colectiva de mi generación”, dice Wu; “En aquella época, los niños teníamos poco o ningún dinero. Estábamos deseando que llegara el Festival de la Primavera para que nos regalaran ropa nueva. Sólo podíamos guardar el sobre –a menudo con sólo unos yuanes dentro- durante una sola noche. Al día siguiente se lo teníamos que dar a nuestros padres y no lo volvíamos a ver”.

La situación es completamente distinta para el hijo de Wu. Con 13 años, recibe una paga mensual de unos 500 yuanes de su padre. Tiene su propia cuenta bancaria, donde ingresa todo el dinero que recibe en los sobres rojos desde que tenía 8 años.

“No es consentido, pero me molestaba oir a mis padres decirle ‘tu padre fundó la compañía y es el dueño. Tu la heredarás en el futuro’”, dice Wu. “No quiero que mi hijo piense que habrá una herencia enorme esperándole. Yo le digo que no le dejaré nada. Él tendrá que averiguar qué es lo que le interesa y cómo ganarse la vida”.

El pasado verano, Wu llevó a su hijo de viaje a Qinghai. Antes de partir, fueron a comprar equipamiento a una tienda especializada. El niño se quedó atónito al ver los varios miles de yuanes que costó el equipo.

“Lo pasó muy bien en el viaje, con los paisajes de Qinghai y el estilo de vida diferente de la gente de allí. Ahora comprende que los grandes gastos también tienen sus recompensas”, dice Wu.

Luo, por su parte, quiere que su hijo de 11 años viva de forma frugal. Si el niño quiere comprar algo, tiene antes que convencer a sus padres y abuelos.

Luo cuenta que durante cierta época, su hijo estuvo muy aficionado a los juegos por internet y le pedía dinero para coprar crédito virtual. Pero como el niño tenía poco tiempo libre después de acabar sus deberes, Luo lo rechazó.

“Le pregunté si quería ese dinero para los juegos o sólo para presumir ante sus compañeros”, cuenta.

El año pasado, tras el terremoto de Sichuán, la escuela en la que el hijo de Luo asiste a clase organizó una donación para ayudar a los niños de las zonas devastadas por el terremoto. Muchos estudiantes donaron 400 o 1.000 yuanes. El hijo de Luo dijo que quería ser quien donara más.

Luo cuenta que es triste ver cómo un esfuerzo caritativo se convierte también en una oportunidad de mostrar el dinero que tiene una familia. Cogió 400 yuanes del sobre rojo de su hijo y le pidió que reuniera otros 200 haciendo algún trabajo. El chico vendió una pila de periódicos que había estado guardando durante un año. Ayudó a fregar los platos y barrer el suelo, recibiendo 10 yuanes cada vez.

“No limpiaba muy concienzudamente, pero al menos aprendió lo duro que es ganarse el dinero. Le dije que los niños de Sichuán apreciarían sus esfuerzos más que la cantidad que donara”, dice Luo.

Cada vez son más los padres de niños mayores que les animan a aprender a gestionar sus posesiones. Pan Minghua, madre de un chico de 17 años en Shenzhen, Guangdong, se sentía muy satisfecha con los hábitos de gasto de su hijo, hasta que se gastó la paga de 1.000 yuanes que le dio su abuelo en sólo dos semanas. Comprobó la factura de su celular y vió que su hijo se había gastado mucho en llamar a su novia. Así, comenzó a pedirle que llevara sus cuentas a diario.

“Ahora ha ahorrado más de 7.000 yuanes. Le animo a invertir su dinero. Es lo suficientemente mayor como para saber sobre la bolsa y planificar sus propiedades. No quiero que se convierta en alguien que gaste todo el dinero o dependa de sus padres después de graduarse”, dice Pan.

Fuente: http://spanish.china.org.cn/culture/txt/2010-02/10/content_19402225.htm

0 comentarios:

Publicar un comentario

Hola!, comenta con moderación. Los comentarios ofensivos, con lenguaje soez, o los que citen enlaces serán considerados Spam y no serán publicados. Puedes citar tu página web o blog usando la pestaña NOMBRE/URL..

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...